A final de esta temporada, Marc Márquez y el Repsol Honda separarán sus caminos tras más de una década juntos, seis títulos y cientos de logros.
Artículo de opinión
Dicen que todas las historias tienen un principio y un final, pero nadie lo vio venir de una de las historias de amor más bonitas del motociclismo. La dupla inquebrantable que durante 11 años se armó invencible contra todos sus rivales. Vencedores de seis títulos, cientos de victorias, y miles de buenos momentos. Supongo que como en toda historia romántica, la cara bonita. La etapa en la que piensas que nada ni nadie os podrá separar.
Pero como en toda relación, hay momentos buenos y también malos. En los últimos años la parte mas negra se ha cebado con la dupla que parecía invencible. Y toda la historia de amor se tornó en momentos complicados, donde todo tambalea y surgen las dudas. Porque si, ni la historia de amor más fuerte del mundo puede superar las adversidades más grandes de la vida.
Dicen que saber terminar con una relación es el acto de valentía que cualquier persona puede realizar. Y en los últimos meses, Marc Márquez ha demostrado que su amor por Honda va más allá que los números y los resultados. La lealtad con aquel que te ha dado todo. En seis carreras, Marc Márquez y Honda separarán sus caminos. Aunque si hay un legado que durante 11 años se ha cosechado en MotoGP, más allá de títulos y victorias, es que Marc Márquez siempre será Honda y Honda siempre será Marc Márquez.
Foto: RRSS
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