El piloto asturiano sorprende con un quinto puesto en Ímola y admite que las mejoras funcionan, pero recuerda que su objetivo sigue siendo la victoria.
Fernando Alonso volvió a demostrar que nunca hay que darlo por descartado. En un fin de semana cargado de incertidumbre y estrategias alternativas, el bicampeón del mundo firmó un meritorio quinto puesto en la clasificación del Gran Premio de Emilia-Romaña, sorprendiendo incluso a sí mismo. Sin embargo, más allá del resultado, Alonso volvió a poner el foco en su verdadero objetivo: luchar por victorias y, por qué no, por el título. Y no lo esconde. “Estoy aquí para ganar. Quiero estar en Australia el año que viene y ganar la carrera“, sentenció con convicción.
La jornada en Ímola fue una bocanada de aire fresco para Aston Martin, un equipo que llegó con un paquete de mejoras y muchas dudas sobre su rendimiento. La pista italiana, complicada para adelantar y exigente con la aerodinámica, sirvió de banco de pruebas real. Alonso y su compañero Lance Stroll lograron meter ambos coches en Q3, un escenario que parecía lejano tras la debacle de Miami, donde Fernando quedó fuera en la Q1.
“Nos liberamos de un poco de presión”, reconocía Alonso. “Con el paquete que presentamos ayer, obtuvimos resultados positivos, pero nunca sabes realmente hasta que llega la clasificación. Esta pista quizás nos favorezca, así que tendremos que ver si esto se mantiene en Mónaco y Barcelona”, añadía, con los pies en el suelo pero optimista por el camino emprendido.
Estrategia confusa, resultado prometedor de Fernando Alonso con Aston Martin
Uno de los elementos clave del sábado fue la estrategia de neumáticos. Mientras otros equipos optaban por los compuestos blandos, Aston Martin jugó sus cartas alternando entre blandos y medios en cada sesión. “Todo el fin de semana ha sido confuso: ¿qué era mejor, el medio o el blando? Decidimos usar ambos en cada tanda para cubrir todas las opciones”, explicaba Alonso.
Este planteamiento estratégico tuvo un coste: al rodar con el duro en los entrenamientos libres, el equipo sacrificó uno de los dos compuestos más resistentes para la carrera. “Todos tendrán dos duros para mañana y nosotros sólo uno, pero esa fue la apuesta. En una pista donde adelantar es tan complicado, priorizamos el sábado. Veremos si sale bien”, argumentó.
Un paso adelante, pero queda camino
Las mejoras de Fernando Alonso y el Aston Martin parecen haber surtido efecto, pero Alonso insiste en que esto es solo el principio. “Quizás los tiempos fueron demasiado optimistas con la mejora, pero claramente no estamos en la situación de la primera carrera. Lo de hoy demuestra que estamos mejor que en Miami”, valoró.
El asturiano no se deja llevar por la euforia. Sabe que la remontada en la parrilla no será inmediata, pero ve señales positivas. Y sobre todo, no pierde el norte. “Estoy feliz de sumar puntos, pero lo que quiero es volver a ganar. Mi mente está ya en 2026, pero si se puede antes, mejor”.
Cauto para la carrera
Respecto a lo que puede pasar el domingo, Alonso se muestra prudente. “Será una carrera táctica. Aquí es muy difícil adelantar, así que puede que la mayoría opte por una sola parada. Intentaremos tener una buena salida y una estrategia inteligente. Quizás no somos tan rápidos como ese quinto lugar indica, así que estaré preparado para perder alguna posición… pero espero que no muchas“, decía con una sonrisa contenida.
Fernando Alonso sigue siendo ese competidor incansable que mide cada paso, pero que nunca deja de mirar al horizonte. Ímola le ha devuelto parte de la esperanza. Ahora queda por ver si Mónaco y Barcelona confirman que Aston Martin vuelve a estar en la pelea.
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