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Cuatro mundiales consecutivos, 53 victorias en tres equipos diferentes son los números que deja atrás Sebastian Vettel.

El sueño de aquel pequeño chico alemán que tuvo la oportunidad de conocer a su ídolo, Michael Schumacher, comenzó su andadura en el 2007, junto al equipo alemán BMW, donde sustituyó a Robert Kubica tras su accidente en Canadá. En su primera carrera ya acabó en los puntos.

Toro Rosso, en busca de nuevos talentos, vio su mejor oportunidad después de esa carrera, por lo que ficharon a Sebastian el mismo año, acabando la temporada en el equipo italiano en el que destacó su cuarta posición en el Gran Premio de China.

2008 fue el año en el que Vettel demostró el nivel de pilotaje que tenía, consiguiendo la primera victoria de su carrera, en Monza, casa de su equipo. No solo ganó, sino que dominó todo el fin de semana, los grandes equipos ya tenían sus ojos puestos en él. Red Bull apostó por el alemán.

Sus mejores años

Empezando la temporada como piloto Red Bull Sebastian consiguió cuatro victorias esa temporada, acabando subcampeón del mundo, pero la historia no se repetiría los siguientes años, puesto que el alemán comenzó su dominio en 2010.

La noche caía sobre Abu Dhabi, la última cita de la temporada de 2010, la historia llamaba a las puertas de cinco pilotos, Alonso, Vettel, Webber, Hamilton y Button. Tras una carrera repleta de momentos intensos y tras una mala estrategia por parte del equipo de Alonso, la suerte cayó de parte de Sebastian Vettel, quien se convertía en el Campeón del Mundo más joven de la historia.

2011 fue otra historia, sin rival desde principio a fin. 11 victorias y 17 puntos, lo que le llevaron a hacerse con su segundo mundial consecutivo. Su idilio con Red Bull continuaría durante dos temporadas más. 2012 comenzó con problemas de fiabilidad, con el mundial decidiéndose en Brasil, en la última carrera de la temporada, donde Sebastian, tras un toque al principio de carrera, tuvo que remontar hasta llegar a una sexta posición que le servía para proclamarse tricampeón del mundo. 2013, con 13 victorias nueve de ellas consecutivas, siendo aún la mejor racha de victorias consecutivas, Vettel volvía a dominar.

El fin de una época

2014 con la era hibrida en sus inicios acabó con el dominio de Red Bull que paso a manos de Mercedes. Vettel se vio superado por la marca alemana y también por su compañero de equipo, Daniel Ricciardo quien si consiguió tres victorias. A final de temporada el romance de Vettel con Red Bull llegaba a su fin, cerrando una época que marcó la historia.

El sueño frustrado

Su ruptura con Red Bull propicio que Sebastian firmase por la escuderia roja, rumbo a Italia. Su debut con Ferrari en el año 2015 tenia un objetivo: devolver la gloria a un equipo que no ganaba desde 2007.

Tras intentarlo durante seis años ese sueño nunca llegó. Pese a estar siempre luchando entre los mejores, Ferrari no podía competirle a la todopoderosa Mercedes, quienes se autoproclamaban reyes de la era híbrida.

14 victorias fueron las que Sebastian consiguió con el equipo Ferrari, y tras verse superado por su compañero Charles Leclerc en 2019 y una temporada nefasta por parte del equipo de Maranello en 2020, su ruptura llegó.

Sus últimos años

De Ferrari a Aston Martin. El piloto alemán acabó su trayectoria en la categoría en el equipo inglés. Consiguiendo un pódium en Bakú en 2021.

A mediados de 2022 el piloto alemán comunicaba a través de redes sociales su retiro de la categoría, dejando atrás un legado irrepetible e inimaginable para muchos.

Foto: Redbull.com

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