El de Gresini relativiza su caída en Francia y contradice la teoría de que los pilotos no saben por qué se van al suelo: “Siempre hay una explicación”.
Álex Márquez ha arrancado la temporada 2025 con el pie derecho, y no sólo en el sentido figurado. Tres segundos puestos consecutivos, una victoria en Jerez que marcó su estreno absoluto en lo más alto del podio de MotoGP, seis segundos lugares en las carreras sprint —pleno absoluto hasta Le Mans— y una constancia que lo colocó directamente como contendiente al título. Sin embargo, el pasado domingo, bajo la lluvia francesa, Álex Márquez vivió en Le Mans 2025 su primera caída que le dejó fuera de carrera y, de paso, le arrebató el liderato del campeonato, ahora en manos de su hermano Marc Márquez.
Pero ni el clima ni los errores lo han hecho tambalear. “Lo de Le Mans son cosas que pueden pasar, no tienen por qué pasar, pero sucede”, afirmó Álex con la serenidad de quien ha aprendido a relativizar. “Ojalá en Silverstone llueva en algún entrenamiento o en la sprint race, así tendremos la oportunidad de mejorar en mojado. No me acabé de sentir del todo cómodo”.
Lo cierto es que el balance del fin de semana francés, según el propio piloto, no fue tan negativo. “Fue más positivo que negativo. Lo único malo fue la parte final de la carrera. Aparte de eso, todo había sido muy bueno en un circuito que no suele ser favorable para mí. Fui rápido cómodamente, eso lo pude confirmar, y ahora hay que seguir con la misma mentalidad en todos los circuitos”.
La caída de Álex Márquez en Le Mans 2025
En una temporada en la que cada detalle cuenta, los errores pesan más. Y Álex lo sabe. “Puede ser, pero tampoco tengo que comerme más la cabeza de lo debido. Cuando cometes errores, cuanto antes los aceptes y aprendas de ellos, sobre todo, es lo que más suma. En un Mundial de 22 carreras va a pasar más de una vez, pasar página rápido es lo que hay que hacer. El domingo estaba enfadado, pero el lunes ya estaba pensando en Silverstone, entrenando para llegar bien aquí”.
Aunque evitó pronunciarse sobre la situación de Jorge Martín y Aprilia —el tema que acapara titulares en el paddock—, Álex sí quiso desmontar una de las teorías más extendidas entre los aficionados: esa sensación de miedo o desconcierto que algunos pilotos pueden experimentar al no saber por qué se caen.
“Siempre hay una explicación. Muchas veces un piloto dice que no sabe por qué se ha caído porque los tiempos son muy apretados, y tras la carrera ya hay que atender a la TV o a los medios. No ha habido tiempo para analizarlo, pero siempre hay un por qué. Estamos hablando de entrar más lento o más inclinado, tienes una explicación, lo entiendes y te enfadas, pero sabes el motivo”, sentenció. Y entre bromas, remató: “A ver, depende de cómo quieras jugar con la psicología del piloto”.
Silverstone será su próxima parada. Con la lección aprendida y el título aún al alcance, Álex Márquez sabe que la temporada es larga y que, si quiere seguir entre los grandes, no puede permitir que un resbalón le nuble la visión.
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