Pedro Acosta solo ha sumado 33 puntos en cinco carreras y admite su frustración. Le Mans, nueva prueba de fuego para el binomio.
Pedro Acosta no es de los que exageran. Pero cuando el piloto más prometedor del paddock dice que su nivel de preocupación es “un 12 sobre 10”, hay que prestar atención. KTM atraviesa su momento más delicado desde que apostó por el murciano como piedra angular de su proyecto de futuro. Y las alarmas ya suenan con fuerza.
El plan era ambicioso: temporada 2025, Acosta en el equipo oficial, una moto evolucionada, resultados grandes. La realidad, sin embargo, es un baño de agua fría. Tras cinco Grandes Premios, el español solo ha sumado 33 puntos y marcha décimo en la general. ¿El líder? Álex Márquez, con 140. Una diferencia de 107 puntos que ilustra a la perfección el desajuste entre lo que se prometió y lo que se ha conseguido.
En Jerez, escenario donde tantos campeones han dejado su huella, Pedro solo pudo ser séptimo. Un resultado que no refleja su talento, sino los límites actuales de su moto. “No estamos ni viviendo nuestro mejor momento, ni en base de resultados, ni en base de problemas, ni en muchas bases. Entonces hay que seguir empujando y seguir poquito a poco”, explicaba tras la carrera, visiblemente frustrado.
KTM pierde el paso
El problema es evidente: las KTM no están en condiciones de pelear con las Ducati. Ni en aceleración, ni en tracción, ni en ritmo. “La noria tiene que subir, los molinos de agua, si no, no se mueve el agua. Esto antes o después sube”, soltó Acosta como metáfora de su esperanza… pero no disimuló la preocupación. La base técnica es insuficiente y la evolución no llega con la urgencia que la situación requiere. En Qatar, en Austin, en Jerez… el patrón se repite. Pedro ve cómo Maverick Viñales —su referencia más cercana fuera del universo Ducati— vuelve a dejarlo atrás. Y mientras eso ocurre, los rumores sobre su futuro se disparan.
El reloj corre… y todos lo saben
Le Mans será la próxima parada. Y, al mismo tiempo, una nueva prueba de fuego. Tras los test de Jerez, KTM necesita mostrar signos claros de reacción. Porque si algo no le falta a Acosta es ambición. Y si KTM no es capaz de estar a la altura, otras puertas no tardarán en abrirse.
Lo dejó claro él mismo al acabar la carrera: “Ha llegado un momento al final de la carrera que éramos los más rápidos en pista y hemos recuperado tiempo. Ahora falta clasificar bien y entender cómo poner grip en el suelo en la primera parte de carrera, que es lo que nos falta”. Más claro, imposible. Pedro Acosta sigue siendo el diamante más valioso del paddock. Pero un diamante necesita un anillo a su altura. Y ahora mismo, KTM no lo está puliendo: lo está desgastando.
¡Si quieres estar informado siempre de todas las novedades, subscríbete a nuestra web y síguenos en nuestras Redes Sociales (@pieldeasfalto) o a través de nuestro canal de Telegram!
Suscríbete a nuestra Newsletter para recibir todas las novedades.