El GP de Italia 2025 fue un baño de realidad para Pecco Bagnaia. Del rugido de los tifosi a una amarga cuarta posición. Marc Márquez se llevó todos los focos y dejó a Ducati con más preguntas que certezas.
Mugello 2025 prometía ser una fiesta tricolor especialmente para Pecco Bagnaia. Más de 160.000 tifosi con el corazón en Ducati llenaron el icónico circuito toscano esperando ver a su ídolo local brillar en casa. Y por un momento, parecía que así sería. Pero el guion dio un giro, y el protagonista no fue el esperado: Marc Márquez, en su temporada de resurrección, volvió a ser el centro del universo MotoGP.
Mientras Pecco soñaba con subir al podio frente a su gente, Marc se lo arrebató todo, incluida la narrativa. Se llevó la victoria en Mugello con una contundencia que borró los ecos de un pasado complicado y encendió la alarma dentro del box oficial de Ducati. Bagnaia, cuarto, salió por la puerta de atrás… sin trofeo, sin sonrisa, y con un mensaje directo: “No puedo pilotar como siempre. Tenemos un problema y nadie me explica qué pasa”.
Las 5 vueltas que lo cambiaron todo para Pecco Bagnaia en Mugello 2025
El viernes y sábado prometían algo diferente. Bagnaia parecía haber recuperado sensaciones tras un notable paso adelante en MotorLand. Pero el domingo, cuando llegó la verdad, el castillo de naipes se desmoronó.
Pecco arrancó con fuerza, lideró las primeras vueltas con ese estilo pulcro y martilleante que le dio dos títulos del mundo. Desde el muro, Michele Pirro, piloto probador de Ducati, lo explicaba así:
“Va fuerte en frenada y, cuando está delante, tiene una constancia increíble… es un martillo”, dijo a GPone.com.
Pero ese martillo se desafinó cuando los hermanos Márquez se unieron al baile. Marc y Álex lo presionaron sin tregua. El ritmo subió, los ataques se multiplicaron, y Pecco se desgastó tratando de mantenerse en la pelea.
“Fue una batalla increíble. Cinco vueltas de locura”, remató Pirro, visiblemente impresionado por el nivel de agresividad que se vivió en pista.
En ese frenesí, Bagnaia desgastó lo que más necesitaba: neumáticos y energía mental. “Probablemente al inicio gastó más de la cuenta y después no pudo rehacerse”, explicaba Pirro. Resultado: Fabio Di Giannantonio lo superó a falta de dos vueltas y lo dejó fuera del podio… en su propia casa.
Un problema sin nombre, una presión sin freno
Después de la carrera, la frustración de Bagnaia fue evidente. Mirada perdida, palabras pesadas.
“No puedo pilotar como siempre… y nadie me da una solución. Si esto no cambia, me olvido del Mundial”, lanzó con crudeza ante los medios.
Y aunque desde Ducati se apresuran a calmar las aguas, la herida es visible. Davide Tardozzi ya había mostrado su respaldo días atrás. Ahora fue Pirro quien intentó apagar el incendio con una mezcla de realismo y diplomacia:
“Los medios exageran las diferencias entre la GP25 y la GP24. Las cosas cambian, pero las diferencias son mínimas. Lo que falta es ese mix que le devuelva su mejor forma”.
Pero más allá de las motos, Pirro lanzó una bomba que revela la raíz del malestar de Pecco:
“Ahora se enfrenta al piloto más fuerte de la historia… que además está afrontando este duelo con tranquilidad. Y eso lo hace todo más fácil para Marc”.
Pecco Bagnaia mira el tren desde el andén tras Mugello 2025
Con esta cuarta posición en Mugello, Bagnaia se queda sin podio en uno de los fines de semana clave del año. Marc Márquez lidera la clasificación con autoridad, su hermano Álex es segundo… y Pecco, que arrancó el curso como favorito, se ve cada vez más lejos del objetivo. ¿Puede remontar? Sin solución técnica, será complicado. Sin confianza, será imposible. Porque el problema ya no es solo mecánico: es psicológico. El piloto que parecía de acero ahora duda. Y en MotoGP, la duda cuesta décimas. Y carreras.
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