Álex Barros alza la voz contra el exceso de penalizaciones en MotoGP. El brasileño cree que el campeonato se ha vuelto “quisquilloso” y pide recuperar la esencia de la competición.
En plena evolución técnica y comercial, MotoGP ha conseguido consolidarse como una de las disciplinas más espectaculares del mundo del motor. Pero no todos los cambios han sido bien recibidos, y cada vez son más las voces que advierten sobre una transformación que podría estar desvirtuando la esencia de la competición. Uno de ellos ha sido Álex Barros, leyenda brasileña del motociclismo, que no se ha mordido la lengua a la hora de señalar lo que, a su juicio, está volviendo al campeonato cada vez más rígido e injusto.
Barros se expresó con contundencia en una reciente entrevista para el canal de YouTube PecinoGP, donde aprovechó una sanción a Fabio Quartararo en el pasado GP de Francia como ejemplo de la tendencia actual de Dirección de Carrera. El francés fue advertido por una supuesta actitud inapropiada hacia los comisarios tras una caída, y ese gesto fue la chispa que encendió la crítica del ex piloto.
“Hay tantas reglas, como la línea verde que rozan, y luego la pierden. Tantas cosas que está empezando a parecer un campeonato quisquilloso, no puedes cometer ningún error”, expresó Barros, visiblemente molesto.
Unas reglas cada vez más injustas
Para el brasileño, que disputó más de 250 Grandes Premios y fue testigo de la transición de las dos tiempos a la era moderna, la actual MotoGP se aleja peligrosamente del espíritu de lucha y pasión que siempre la caracterizó. Según él, se está penalizando lo inevitable: el contacto, los errores mínimos, la agresividad bien entendida.
“Se está convirtiendo en un campeonato quisquilloso. Siempre hay algún drama sobre algo. No puede seguir así. El contacto es parte de las carreras, mientras no se ponga en peligro a nadie de forma intencionada. Queremos ver batallas, remontadas… No una procesión en fila india”, argumentó con claridad.
Las palabras de Barros ponen sobre la mesa un debate que ya venía resonando en el paddock: ¿está perdiendo MotoGP su alma en busca de una perfección reglamentaria? ¿Es posible mantener la seguridad sin apagar la chispa que hace vibrar a millones de aficionados? La línea es fina, y cada decisión en este sentido genera polémica.
MotoGP alza la voz
Mientras tanto, pilotos como Quartararo, Márquez o Bagnaia ya han expresado en más de una ocasión su frustración ante decisiones que, según ellos, restan espontaneidad a las carreras. La Dirección de Carrera, por su parte, sigue apelando a la necesidad de garantizar la seguridad y la igualdad para todos. Pero quizás ha llegado el momento de revisar el equilibrio entre norma y espectáculo.
MotoGP sigue siendo uno de los mayores espectáculos del deporte, pero como bien recuerda Barros, no debe olvidarse que su esencia está en el riesgo, la pasión y la lucha cuerpo a cuerpo. Y eso, por ahora, no se puede sancionar.
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