Fabio Quartararo fue 5.º en la Práctica de Sepang y pasó directo a la Q2, pero avisa: “Este resultado no es real, tenemos muy mal ritmo”.
Fabio Quartararo cumplió con su primer objetivo del Gran Premio de Malasia: meterse directamente en la Q2. El francés firmó un 2:00.733 por la mañana (P8 en los Libres 1) y remató en la Práctica con un 1:57.868 que llegó a situarle momentáneamente al frente antes de acabar quinto pese a los chubascos intermitentes. Sin embargo, el propio piloto de Yamaha rebajó cualquier triunfalismo: a una vuelta la M1 responde; en tanda larga, vuelve a flaquear.
“Tampoco ha ido tan bien. Sabemos que a una vuelta no nos va mal, pero no tengo ritmo. Este resultado no es real; tenemos muy mal ritmo. Dependerá de si llueve o no. Si llueve durante el día, será muy complicado”, admitió el campeón de 2021.
📖 Un viernes de dos lecturas: chispa a una vuelta, dudas en ritmo
El guion de Quartararo se repite en 2025: competitividad en time-attack y dificultades para sostener el paso en distancia de carrera. En Sepang, circuito exigente con frenadas fuertes y tracción, el francés salvó la lotería de la lluvia y el tráfico para sellar el pase directo, pero su pace en simulaciones quedó por debajo de los rivales que marcan la pauta.
🏍️ El contexto Yamaha: el V4 rueda… y Fabio se mantiene al margen
El fin de semana es capital para Yamaha: Augusto Fernández vuelve a probar el prototipo V4 (ya rodó en Misano) con el que Iwata aspira a dar el salto en 2026. Mientras el paddock escruta parciales y telemetrías, Quartararo evita implicarse:
“No pregunto por cómo va la moto V4, porque lo veo en los papeles, en los tiempos y en las caras. No voy a preguntarlo hasta Valencia”.
Más sincero que nunca, Fabio ensaya un equilibrio entre exigencia y prudencia pública tras un año de mensajes duros hacia la fábrica:
“A mitad de temporada mis comentarios podían ser un poco demasiado agresivos; ahora estoy siendo muy respetuoso.”
👀 Lo que viene
Con el pase directo ya en el bolsillo, el ‘Diablo’ buscará transformar su velocidad a vuelta lanzada en puntos. Sepang no perdona en degradación ni en errores estratégicos: la pole puede maquillar carencias, pero el domingo manda el ritmo. Yamaha tiene trabajo por delante para que el buen viernes de Quartararo no se diluya, otra vez, en la carrera.
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