El piloto de Tech3 KTM vuelve en Valencia después de cuatro meses marcados por la lesión de hombro, un regreso precipitado en Montmeló y un plan de recuperación intensivo en el centro de alto rendimiento de Red Bull.
Circuito Ricardo Tormo (Valencia).- La temporada 2025 ha sido una montaña rusa para Maverick Viñales. De la progresión sostenida del inicio de curso a un frenazo seco en Sachsenring: una fuerte caída en la cronometrada del GP de Alemania le provocó una fractura en el hombro izquierdo, obligándole a pasar por quirófano y a encadenar una recuperación más larga de lo previsto. Forzó su reaparición en Montmeló —apenas cuatro grandes premios después—, pero el dolor le condicionó en el Circuit (13º) y también en San Marino, Japón y Mandalika. En Indonesia, a mitad de fin de semana, tomó la decisión más difícil: bajarse de la moto para centrarse en curarse bien.
🩺 Recuperación paso a paso en el Red Bull APC
Desde entonces, el piloto de Tech3 KTM ha seguido un plan meticuloso. Se puso en manos del Red Bull Athlete Performance Center (Austria), donde trabajó el control neuromuscular, clave para volver a pilotar sin limitaciones significativas. Paralelamente, encadenó rodadas con motos de calle en Alcarràs y en el trazado del Aspar Team en Valencia para recuperar automatismos. El parón tuvo peaje físico: unos cuatro kilos de masa muscular perdidos. La recompensa, llegar a Cheste con sensaciones muy distintas.
“Estoy mucho mejor que en la última carrera, en Mandalika. Aún no al 100%, pero cerca. Tengo referencias con 600cc y 1000cc y los tiempos son buenos. Estoy listo, pero aún tengo que ver mi nivel en una MotoGP”, explicó este jueves en el Circuit Ricardo Tormo.
🧠 Lección aprendida: sin prisas, con plan
El gerundense reconoce que la ansiedad por volver le jugó una mala pasada cuando apuntó su primer regreso:
“Quizás me precipité un poco al volver, porque estaban haciendo muchos cambios en la moto y quería ver cómo estaba la cosa”.
Esta vez, la hoja de ruta es más prudente: correr en Valencia, medir el cuerpo en distancia real y aprovechar el test del martes para orientar el invierno. La parte que más le exige sigue siendo la comodidad sobre la RC16 en gestos muy específicos de la categoría:
“Me falta estar un poco más cómodo encima de la moto, sobre todo por los tendones, en posiciones que solo adoptamos en MotoGP. Pero cada semana tengo más fuerza”.
🏁 Regreso con sentido (y con cálculo)
Viñales quería volver en Portimão, pero aplazó una semana el plan para llegar mejor a Valencia, donde además tendrá bancos de prueba inmediatos en el test. El encaje con Tech3 es total: el equipo prefiere un retorno sólido a un sprint arriesgado. La prioridad ahora es acumular vueltas, recuperar ritmo de carrera y comprobar cómo responde el hombro en situaciones de frenada fuerte, cambios de dirección y paso por curvas largas; justo el tipo de estrés que no se replica con motos de calle.
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