El italiano terminó tercero en el primer día de entrenamientos del Gran Premio de Indonesia, solo cinco días después de pasar por quirófano.
Hay una misma premisa que recorre el paddock de MotoGP desde sus inicios, los pilotos están hechos de otra pasta. No es la primera vez que un piloto vuelve presto tras una lesión complicada y el último ejemplo es Marco Bezzecchi. Hace menos de una semana, el italiano se iba al suelo mientras entrenaba en el Rancho de Valentino Rossi, un incidente que acabó desembarcando en una fractura de clavícula que le obligó a pasar por quirófano. Solo cinco días más tarde, el tercero de la general lograba el tercer mejor tiempo de la jornada en lo que ha sido una vuelta heroica.
“No ha sido una semana fácil. Esta mañana llegué y no me sentí tan mal cuando me subí a la moto. Las últimas 24 horas fueron las más fáciles de todas. El dolor está allí. Me esperaba un poco más, pero simplemente porque me preparé para lo peor. Me afecta especialmente en cada frenada. Esta tarde comencé poco a poco, incrementando el ritmo con el paso de las vueltas. Solo tomo riesgos donde es necesario“, confesaba el italiano tras el primer día de entrenamientos del Gran Premio de Indonesia.
La lucha por el título
Lo cierto es que el inicio del Gran Premio de Indonesia no ha podido ser más peculiar para ‘Bez’, aterrizaba en Lombok este viernes tras recibir el ok de los médicos de Italia, pasaba control médico en el circuito que le otorgaba el apto definitivo para subirse a su Ducati y terminaba subiéndose a su bestia apenas unos instantes más tarde. Tercero a dos décimas de Aleix Espargaró, el más rápido y con el pase directo a la Q2. “Mañana será más duro, y por la mañana tendré que contemporizar un poco mi fuerza, tanto en la cronometrada como en la carrera al sprint. Para el domingo, espero que la adrenalina y el espíritu de la carrera me ayude. Hoy tomé algún calmante, pero nada muy fuerte. No me gustan mucho, pero dependerá del dolor“, añadía.
Hay quienes tildan la hazaña del italiano de heroicidad y otros de locura. “Cuando volví a casa después de la operación me encontraba fatal, y pensaba que me saltaría esta carrera y viajaría a Phillip Island. El lunes trabajé con mis fisioterapeutas, y el martes me levanté muchísimo mejor. Me veía mejor, me sentía mejor y movía mucho más el brazo sin tanto esfuerzo. Me probé en el gimnasio y tomé la decisión por la noche. No fue fácil convencer a todo el mundo, especialmente a mi madre“, expresaba.
Sea como fuere, con seis carreras en juego, Bezzecchi ocupa la tercera plaza de la clasificación general y el piloto del Mooney VR46 no está dispuesto a darse por vencido. “Valentino, al principio era más conservador que yo, pero después vio que era factible. Él es piloto“, concluía.
Foto: José Carlos Jimenez – Piel de Asfalto
Suscríbete a nuestra Newsletter para recibir todas las novedades.