Marc Márquez gana en Mugello y conquista la Sprint en territorio de Rossi tras un duelo electrizante con Álex Márquez y Pecco Bagnaia.
Marc Márquez firmó una de sus victorias más simbólicas al imponerse en el GP de Italia en Mugello, un trazado históricamente ligado a la figura de Valentino Rossi. El piloto de Ducati demostró una vez más por qué es uno de los grandes de este deporte, al remontar desde la séptima plaza tras una mala salida y sellar un triunfo de prestigio. Márquez superó a su hermano Álex Márquez, que fue segundo, y al héroe local Pecco Bagnaia, que completó el podio en tercera posición. Con esta victoria, el ilerdense no solo reafirma su liderato en el campeonato, sino que también conquista con autoridad uno de los escenarios más especiales del calendario para los aficionados italianos.
Con la mirada puesta en el termómetro debido a las altas temperaturas del asfalto, comenzaba la primera carrera del fin de semana en Mugello, la esperada Sprint. El semáforo se apagó y la tensión estalló en el paddock. Sin embargo, Marc Márquez no tuvo el arranque ideal: un pequeño problema técnico en la salida lo relegó hasta la séptima posición en los primeros metros. Un contratiempo inesperado que, en un circuito como Mugello, podría haberle costado caro a cualquier otro piloto.
Pero el de Cervera no se dejó intimidar. Con una mentalidad agresiva y su habitual capacidad de reacción, Marc emprendió una remontada fulgurante desde las primeras curvas. Adelantó rivales con precisión milimétrica y, en apenas una vuelta, ya se había colocado en tercera posición, entrando de lleno en la batalla con Pecco Bagnaia y Álex Márquez. Su determinación, sumada al buen rendimiento de su Ducati, dejó claro que estaba dispuesto a pelear por la victoria, incluso tras un inicio complicado.
El adelantamiento de la victoria
En la cuarta vuelta, Marc Márquez alcanzó a su hermano Álex y lo superó con una maniobra limpia pero contundente. El adelantamiento fue un punto de inflexión en la carrera, ya que permitió al mayor de los Márquez tomar la delantera y comenzar a imponer su ritmo. Desde ese momento, el piloto del equipo oficial Ducati se mostró intratable, gestionando perfectamente los tiempos, el desgaste de los neumáticos y las condiciones del asfalto.
Con Marc liderando con autoridad, la atención se trasladó a la intensa lucha por la segunda posición, protagonizada por Álex Márquez y Pecco Bagnaia. Ambos pilotos intercambiaron posiciones en varias ocasiones, ofreciendo un espectáculo táctico y técnico al más alto nivel. Mientras tanto, Marc ampliaba su ventaja en cada sector, dejando claro que, incluso en un circuito históricamente complicado para él, es capaz de dominar cuando todo encaja.
A medida que avanzaban las vueltas, Fabio Quartararo comenzó a perder posiciones, visiblemente afectado por las secuelas de su fuerte caída durante la jornada del viernes. El piloto francés, que se fue al suelo en la curva 4 de Mugello durante la práctica, sufrió una luxación en el hombro izquierdo, lo que obligó a realizarle pruebas médicas en un hospital de Florencia para descartar lesiones más graves.
Pese a esta condición física comprometida, el campeón del mundo de 2021 mostró su carácter combativo al regresar a pista para disputar la Sprint. Aunque no pudo mantener el ritmo de los pilotos punteros, su esfuerzo por terminar la carrera demuestra una gran determinación. Sin duda, la caída y el dolor influyeron en su rendimiento.
Finalmente la victoria era para el octacampeón que con este resultado suma un nuevo logro. Álex Márquez y Pecco Bagnaia completaron el podio.
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