El catalán es actualmente tercero en la clasificación general con una diferencia de 56 puntos frente al primer clasificado, Pecco Bagnaia.
Cuando Marc Márquez decidió dejar el equipo de su vida para fichar por Gresini, lo hizo con la vista puesta en encontrar el camino para volver a la cima. Solo nueve carreras después, la progresión no ha podido ser mejor (o quizá si). El catalán es actualmente tercero en la clasificación general con una diferencia de 56 puntos frente al primer clasificado de la general, su palmarés esta temporada ya recoge cuatro podios en carrera y cinco en sprint. Unos números que inevitablemente colocan al octacampeón en la delgada línea entre soñar y hacer realidad el sueño del noveno título.
«Me lo dice la gente. He estado cerca, pero tienes que ver la realidad. Y la realidad es que cómo voy a estar en la pelea si vengo salvando los domingos, que si salidas, si esto o lo otro. Hay dos pilotos, no uno, sino dos, que son constantemente más rápidos que nosotros y están quedando mejor«, confesaba el ilerdense en una entrevista en exclusiva con DAZN. »Tienen que pasar muchas cosas, no me veo para la pelea por el Mundial. Ahora mismo veo más fuerte a Pecco (Bagnaia). Tiene la estabilidad mental y los resultados. Está cogiendo una inercia, que puede cambiar en dos carreras, pero que da miedo«, añadía.
Porque, como en todo, hay que tener en cuenta todos los factores y en este caso la realidad es que el catalán juega con diferentes armas a las de sus rivales, la GP23. «El objetivo es quedar entre los tres primeros, que no será fácil aguantar a Bastianini», reconoce. Aunque sobre la idea de adjudicarse otro título en su vitrina de trofeos (sea ahora o en el futuro), Márquez lo tiene claro: «creo que ganaré otro Mundial, mínimo uno espero«.
Un futuro en Ducati Lenovo
Lo que es un hecho es que su objetivo será completamente más fácil la próxima temporada, cuando vista de rojo, y su arma sea la mejor moto de la parrilla. Un fichaje que, aparte de llenar de esperanza al piloto de Cervera y a su afición, resultó ser un auténtico terremoto dentro del paddock de MotoGP, donde los cambios han ido sucediéndose hasta hace apenas unas semanas.
«Conmigo fueron muy claros, me dijeron que, viendo mi progresión en las seis primeras carreras con la 2023, creían que lo podía hacer bien con la moto oficial y yo acepté», confiesa el catalán acerca de la polémica elección de Ducati. Y reconoce sobre la postura de Ducati: «Si yo soy Ducati no me daría miedo otra marca. Aunque fuera con cualquier piloto, porque saben que tienen el piloto más rápido de la parrilla, que es Pecco. Sabían que si no era yo era Martín«.
Aunque lo que es indudable es que, en términos de balance, tanto Ducati como Márquez tendrán que sacrificar parte para hacer frente a una de las uniones más fuertes de los últimos tiempos. «Estaba escrito que Ducati perdía dos motos, porque lo pedía el campeonato. Una marca, y yo, como Ducatista ahora, prefiero que haya ocho Ducati en pista, pero como fan de MotoGP, tiene que haber cuatro Yamaha. No puede ser que haya ocho, es una regla no escrita«, confesaba sobre el adiós de Pramac.
Y sobre los patrocinadores: «Estoy en un momento de mi carrera deportiva que tengo que mirar estrictamente lo deportivo. Me encargué de buscar deportivamente hablando lo que creía que necesitaba para rendir al máximo nivel. Todo el equipo está trabajando con Ducati para encontrar el mejor compromiso. Yo soy el primero que pienso que ojalá seguir con Red Bull, pero no está en mis manos«, concluía.
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