El nueve veces campeón del mundo hace balance de un camino marcado por la lesión, el sufrimiento y una madurez que asegura haber transformado su manera de ver el deporte… y la vida.
Cervera (Lleida)-. La guinda de un año para el recuerdo en el seno de la familia Márquez tenía como fecha marcada este sábado en Cervera, su pueblo natal. Una localidad pequeña que hoy se ha llenado de gente ondeando banderas rojas y azules, el escenario que vio nacer hace más de 30 años a Álex y Marc y que este sábado ha visto coronar la historia que han hecho convirtiéndose en los primeros hermanos en proclamarse campeón y subcampeón de MotoGP, la élite del motociclismo. Antes de ello, los dos hermanos han atendido a los medios presentes en la celebración entre los que se encontraba Piel de Asfalto.
🌅 “He perdido tres años, pero he ganado seis de vida”
Marc lo explica con una sinceridad no poco habitual en él: “He cambiado mucho. Quizás he perdido tres años de mi carrera profesional, pero he ganado seis de mi vida personal. Me ha durado mucho todo este tramo de la lesión: superarse, pasarlo mal, aprender. Tengo un punto de vista distinto de las cosas. Pero la esencia y la pasión son las mismas.”
📚 Aprender incluso en la cima
A pesar de ser una figura que ha marcado una era del motociclismo, Marc reconoce que nunca se deja de crecer:
“El ADN no se pierde. He madurado delante de las cámaras y aunque tenga 32 años y mucha experiencia, todavía hay cosas que fallan y pueden mejorar. Aprendes el doble cuando sufres.”
🤜🤛 Vivir momentos duros junto a Álex
Más allá del circuito, el piloto recuerda momentos complicados vividos con su hermano, como los causados por la DANA en Valencia: “Estábamos en Malasia y no sabíamos nada de las familias. Fue difícil. Cuando volvimos y vimos todo… muy fuerte. Y aun así hay gente que lo deja todo para venir a celebrarlo aquí. Eso impresiona.”
❤️ La responsabilidad emocional con la afición
Marc también reconoce que lo más duro de las celebraciones es no poder atender a todas las personas que hacen sacrificios para verlos:
“Somos conscientes de que mucha gente gasta los ahorros del mes para venir a Cervera a celebrar. Te queda la sensación de no haber podido atender a todo el mundo, pero al menos les das esa energía y ese afán de superación que siempre es necesario.”
🔥 La rivalidad con Álex, lejos de romperlos
Para Marc, la lucha directa con su hermano fue una prueba emocional inesperada:
“Era la primera vez que vivíamos esto. Una rivalidad en pista puede tensar la situación en casa, pero no lo hizo. Nos ha unido más que nunca y nos hemos ayudado más que nunca.”
✨ Un año único e irrepetible
Mirando atrás, el campeón se queda con lo extraordinario de esta temporada compartida: “Es muy difícil coincidir los dos en la máxima categoría y que el mismo año se den los resultados. Ha sido un año que hemos disfrutado mucho. Ese primer podio en Tailandia parecía irreal. Y, pasado el tiempo, sigue siéndolo.”
🏆 Orgulloso del camino de Álex
Marc también destaca el crecimiento de su hermano: “Álex puede ser campeón el año que viene. Ha sido el único que me arrebató el liderazgo del campeonato. Es capaz de todo. Hay pilotos que necesitan adaptación y cuando Álex coge inercia no sabes dónde puede llegar”, concluía.
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