El catalán probará en el próximo test de Misano, tras el Gran Premio, el primer prototipo de Honda para la temporada que viene.
Marc Marquez acabó el sábado del Gran Premio de Barcelona con buenas sensaciones tras sumar una 11ª posición. El domingo, la historia volvió a tornarse difícil dentro del box del catalán que tan solo logró rascar un 13º puesto. A pesar de que el objetivo sigue siendo el mismo, acumular kilómetros y no arriesgar mas de la cuenta, cuesta acostumbrarse a un Marc Márquez que nada se asemeja al killer que hace apenas tres años se jugaba el tipo tratando de sumar más victorias a su casillero.
“No disfrutas nada y vas sufriendo todo el rato y tiras de rutina, esfuerzo, sacrificio y venga más dando vueltas, unas veces a un ritmo, otras aprietas, pero las carreras se hacen eternas”, reconocía el catalán tras acabar la carrera de casa el pasado domingo. Su mentalidad sigue siendo la misma, seguir trabajando para encontrar una buena solución a sus problemas, aunque la paciencia se va agotando cada vez más. La mirada está puesta en el próximo test de Misano, posterior al Gran Premio italiano, la prueba definitiva para calcular el nivel de compromiso de la marca del ala dorada con su proyecto en MotoGP.”Sí, quiero ver qué ocurre en el test de Misano para empezar a construir el futuro”, expresaba.
Mirando al futuro
Aunque antes el de Cervera tendrá que continuar con su proceso de adaptación a la nueva mentalidad en un nuevo fin de semana de carreras, en el Circuito de Misano-Marco Simoncelli. “Otra carrera, otra oportunidad para seguir trabajando. Misano es un circuito diferente al de Austria y Barcelona, así que continuar probando cosas será importante para obtener datos. He tenido buenas carreras en el pasado en Misano, así que vamos a ver cuál es la situación después de la primera sesión. También tenemos un test interesante programado para el lunes, el último test de la temporada antes de hacer un gran esfuerzo para el final del año, así que tenemos que aprovecharlo al máximo”, comenta el catalán.
Mientras tanto, Márquez ya cuenta los días para subirse al primer prototipo de Honda para 2024, la prueba de fuego que podría determinar si el catalán sigue apostando por la marca de su vida o, por el cambio, opta por una vía de escape que le permita volver a ser competitivo. Sobre la mesa dos equipos, el Pramac y el Gresini de Ducati. Descartada la opción de una sexta KTM en parrilla, solo queda por resolver si el catalán continúa apostando por la filosofía japonesa o, por el contrario, apuesta por un cambio.
Foto: Jose Carlos Jimenez – Piel de Asfalto
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