El madrileño ha terminado quinto tras liderar 26 de las 27 vueltas que duraba la carrera y se encuentra a 25 puntos de Bagnaia.
Probablemente a valiente hoy nadie le ganaba. Jorge Martín puede que recuerde este sábado como el día en el que sus opciones para luchar por su primer título se esfumaron en el mismo momento en el que decidió montar un neumático blando que le ha impedido rematar la faena a pesar de tener una ventaja de tres segundos sobre sus rivales. Dos errores garrafales, el de la semana pasada y esta que podría costarle al madrileño un título pero que, por el momento, se queda a 25 puntos de su rival.
“Otro drama, la verdad. No ha sido nada fácil y sobre todo en las seis últimas vueltas he visto que no me quedaba nada de goma. He intentado apretar todo lo que podía, pero nada. Abría gas, que no podía abrir gas para empezar, y era como una 600, no tenía potencia. Iba todo muy mal, pero bueno, he hecho lo que he podido. He intentado defenderme, pero cuando me han cogido ya no tenía armas para nada. Esto es otro aprendizaje y está claro que me da rabia porque estaba claro que era más fuerte que el resto hoy, pero bueno, otro aprendizaje“, confesaba el madrileño después de terminar quinto tras liderar toda la carrera con solvencia.
Durante 26 vueltas, el sueño de recortar más de 14 puntos a Pecco Bagnaia ha estado muy presente, tres segundos de ventaja lo corroboraban. Sin embargo, un desgaste del neumático en las últimas vueltas han hecho que Martín se viese atacado por su compañero de equipo y el grupo perseguidor. “Parecía que me tenían que coger medio segundo por vuelta a falta de cuatro vueltas y dije: ‘bueno, igual lo consigo’. Tener que estar en esa tesitura y en ese momento tener que pensar ya eso, cuando tenía tres y medio e iba gestionando bien, iba fácil, es una pena, pero bueno. Son cosas que pueden pasar pues me la he jugado bastante con el blando y está claro que a partir de ahora no me la jugaré y haré lo mismo que hagan mis rivales“, reconocía.
Un error decisivo
En este tipo de elecciones no hay culpables. “La última palabra siempre es mía. Quizás no tengo esa ayuda a veces y es más una cosa de sensación, no sé. No sé cómo explicarlo, pero es mía ciento por ciento, aunque quizás si tuviese algo más de ayuda en esa elección sería más fácil, pero es lo que es. Durante los entrenamientos me he sentido cómodo, iba igual de rápido con la blanda que con la intermedia, incluso un poquito más con la blanda y pensé que eso me ayudaría a ganar sobrado. Quizás tengo que mejorar en ese aspecto con Ducati y con Michelin y encontrar a alguien que me ayude a tomar esa decisión“, se resignaba.
Sobre si hubiese cambiado el resultado montando el neumático intermedio como el resto de la parrilla. “Sí. No sé si hubiese sido capaz de escaparme con el neumático intermedio, porque también consumía bastante, pero está claro que no hubiese tenido ese ‘drop’ – bajada de rendimiento-, final de quedarme sin neumático, hubiese quedado algo con lo que podría haber tirado, pero bueno, eso ya lo sabremos el año que viene, porque ahora ya no se puede“, expresaba.
25 puntos le separan de su objetivo, dos golpes duros de los que Martinatior no duda en levantarse. “Duele. Me duele tirar oportunidades pues si no me hubiese caído en Indonesia y hubiese ganado hoy estaría con más 18, estaría líder, pero no es así y hay que adaptarse a la situación y darlo todo en lo que queda. Aaún hay margen. No es fácil, pero es el objetivo y no tengo otra cosa en mente. Hay que creer hasta el final. Quedan muchas carreras, no muchísimas, pero quedan carreras, quedan puntos y aún dependo de mí. Si gano todo pues podré, aunque no es fácil“, concluía.
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