Carlo Pernat, actual manager de Enea Bastianini, recuerda cómo afectó a Valentino Rossi la muerte de Marco Simoncelli.
Este año se cumplirán 14 años desde el trágico accidente que acabó con la vida de Marco Simoncelli aquel fatídico 23 de octubre de 2011 en el circuito de Sepang (Malasia). El italiano perdió la vida después de irse al suelo y ser atropellado por dos motos, una de ellas la de su buen amigo, Valentino Rossi que no pudo esquivar al entonces piloto de Gresini. El accidente, que acabó siendo un antes y un después en MotoGP, fue una losa en la carrera deportiva de Il Dottore que incluso llegó a pensar en la retirada.
«Siempre recordaré el momento después de la carrera de Malasia como uno de los peores de mi vida. Cuando volvía a mi oficina después de suspenderse la carrera y estaba con Uccio y Max… Estaba desesperado. Uno de esos momentos en los que no sabes qué hacer para intentar seguir», recordaba hace algunos años Rossi. «Había compartido mucho tiempo con Marco desde 2006 y dejó un gran agujero en mí. Siempre digo que Marco fue el primer piloto de nuestra Academia. Aunque entonces no existía, el primer piloto que empezamos a entrenar fue con Marco, dándole apoyo y mi experiencia. Ahora cuando veo los pilotos de la Academia ahora, siempre me acuerdo de Marco«, añadía.
Los primeros meses tras el accidente de Marco Simoncelli
«Estar involucrado en el accidente fue devastador para mí y muy difícil de superar. Lamenté estar ahí, si hubiera ido dos motos por detrás o por delante hubiera sido un poco más fácil, pero ahora cuando pienso en él sólo tengo recuerdos positivos. He seguido adelante por amor a la moto, de lo contrario ya lo hubiera dejado. Una situación como aquella no se supera», confesaba entonces.
El nueve veces campeón del mundo vivió en sus propias carnes la peor parte del deporte que tanto amaba, de hecho, durante un tiempo se sintió responsable del terrible final. «Cuando pasó lo que pasó con Marco, estuve en casa de Paolo Simoncelli y su familia durante casi dos meses. Nos hicimos fuerza mutuamente para seguir adelante, como a Marco le habría gustado. En esos dos meses Valentino no apareció ni llamó. No es que Paolo estuviera enfadado, pero le extrañaba, le dolía un poco porque eran amigos de verdad«, ha revelado Carlo Pernat, un cercano a la familia Simoncelli en una entrevista al Secolo XIX.
Uno de los momentos más difíciles de su carrera
El motivo de la ausencia de Valentino Rossi con los que hasta entonces habían sido parte de su familia tenía como fundamento un sentimiento de culpabilidad. «Solo más tarde entendimos por qué. Valentino se sentía culpable, porque la última rueda que pasó sobre Marco en ese maldito accidente fue la de su Ducati. Pensaba que había sido culpa suya», recordaba el ahora manager de Enea Bastianini. «Se presentó en la puerta de repente. Cuando vio a Paolo, lo abrazó y le dijo: ‘Lo siento, fui yo’. Fue un momento intenso, donde entendimos lo que había estado pasando por su cabeza«, confesó.
«Vale no fue el mismo después de 2011», aseguró. Después del accidente, el de Tavullia continuó compitiendo hasta que decidió colgar el mono y las botas una década después. Durante toda su carrera deportista, Rossi se ha encargado de mantener vivo el recuerdo de su buen amigo, uno de sus homenajes fue la creación de su academia que ya ha visto coronarse a más de un campeón, como es el caso de Pecco Bagnaia. «Eso demuestra cuánto llegó Marco al corazón de la gente», afirmó.
«Se llevaban muy bien, aunque su relación cambió un poco cuando Marco empezó a dejarlo detrás en algunas carreras», bromeó Carlo Pernat acerca de la relación entre los dos campeones. Lo que es seguro es que la muerte de Marco Simoncelli fue un antes y un después en el motociclismo, y más si cabe en la vida de Valentino Rossi.
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