Durante los últimos días en redes sociales y a causa de algunas decisiones del equipo Ferrari se ha generado el debate de si realmente Charles Leclerc ha demostrado tanto para ser ‘el favorito’ que muchos dicen que es.
Opinión
La trayectoria de Charles Leclerc se remonta a 2005, cuando empezó a pilotar en karting, influenciado por su padre, pero sobre todo por su padrino deportivo, Jules Bianchi, quien empezó siendo su mecánico en la época de karting de Charles. Estuvo hasta 2013 compitiendo en campeonatos tanto a nivel nacional como europeo, en los que siempre dejaba perlas de lo que podía llegar a ser en un futuro o ganando en la gran mayoría de ellos, en 2011 consiguió el campeonato del mundo de KF3, al siguiente año y ya en KF2 volvió a ganar, mientras que en su último año y ya en KZ terminó segundo en el Campeonato Mundial, superado por un tal Max Verstappen.
El debut
En 2014 Charles dio el salto a los monoplazas, empezando en el campeonato de Fórmula Renault 2.0 Alpes acabando en segunda plaza, pero siendo el mejor rookie de la temporada, también disputó seis carreras en la Eurocopa de Renault de las cuales 3 de ellas acabó en el pódium.
Su siguiente año fue en la Fórmula 3 en el Campeonato Europeo, en su primer fin de semana ya obtuvo su primera victoria, acabó la temporada con cuatro victorias y siendo el mejor rookie un año más.
Su temporada de gloria llegaría al año siguiente, en 2016 cuando debutó en la GP3 Series, lo que ahora es la F3. Logró ganar el campeonato por delante de Alexander Albon. Gracias a esa temporada el equipo Haas que acababa de llegar al mundial de F1 le daba la oportunidad de hacer pruebas con su monoplaza, y ese mismo año se anuncio su inicio en la Academia de Pilotos jóvenes de Ferrari.
Destellos de calidad
En 2017 daba el salto a la renovada F2, con el equipo Prema. En ella demostró su talento, llegar y ganar se había convertido en habito para el piloto monegasco. Esa temporada arrasó con sus rivales a los que no les dejo opción para pelearle el título ganándolo a falta de tres carreras más. Siempre se destacan dos momentos de esa temporada: Bahrain y Bakú. En una consiguió ganar haciendo una parada a falta de seis vueltas yéndose hacía las posiciones más atrasadas y adelantando a toda la parrilla para hacerse con la victoria, mientras que en Bakú dio una lección de compostura y madera de campeón, ganando la carrera del sábado después de la muerte de su padre esa misma semana.
Y es que esa compostura y ese buen estar son dos de las cosas que más se destacan de Charles no solo como piloto, también como persona.
Palabras mayores
El salto a la F1 era claro, y el equipo Sauber le daba la oportunidad. En solo ocho carreras el monegasco igualaba en puntos a el que fuese su compañero de equipo aquella temporada, Marcus Ericsson. A final de temporada acabo por delante de este con un total de 39 puntos y con un contrato de Ferrari bajo el brazo. Dejando perlas como su adelantamiento por fuera en el curvon de Rusia a Magnussen, o como en varias ocasiones metía el segundo peor coche de la temporada en posiciones de puntos u incluso como consiguió avanzar a Q3 con neumáticos de seco en una pista casi para intermedios.
En Italia ya se le empezaba a llamar ‘Il Predestinato’. Tenia que ser él el que devolviese la gloria a un equipo que no gana desde 2007. Su llegada en 2019 tomó a muchos por sorpresa, puesto que Ferrari no es un equipo que históricamente haya confiado mucho en los pilotos más jóvenes y con menos experiencia. Que eligiesen a Charles daba una pista del piloto que tienen entre manos.
Ser piloto de Ferrari son palabras mayores, ahora estaba con los grandes y tocaba demostrar. No tardó en hacerlo. Bahrain 2019, consigue su primera pole position y en carrera después de mantener un ritmo infernal el motor dijo basta, perdiendo potencia. Lo que fue su primer pódium en la F1 nos dejó fríos porque podría haber sido su primera victoria. La rozó por segunda vez en Austria donde hasta la penúltima vuelta lideró, pero en la lucha con Verstappen éste lo echó fuera de pista a lo que Charles respondería una semana después en Silverstone, donde ambos pilotos jóvenes nos regalaban una lucha muy especial.
La primera victoria llegaría en un día triste para todos, Spa 2019. El sábado del Gran Premio perdimos a Antoine Hubert en un accidente en la F2, al día siguiente Charles partía en primera posición y tenia que hacerlo por su amigo. Y así fue, logró su primera victoria en la F1, volviendo a demostrar esa compostura característica en él.
Tiene que ser él
Una semana después llegó la felicidad absoluta para todos los tifosi, y llegó en forma de su segunda victoria, como dicen los italianos: a casa nostra. En Monza Charles se defendió de ambos Mercedes batiendo a todo un cinco veces Campeón del Mundo por aquel entonces. La foto de Charles en el pódium con la marea roja debajo de él dice muchas cosas, pero la más importante era que lo habían encontrado, ahora sí, era ‘Il Predestinato’.
Ese año de Ferrari acabo con acusaciones de otros equipos sobre su motor y siendo congelado y sancionado por la FIA. Su 2020 fue un año para el olvido, pero eso no hizo que Charles no fuese a dejarnos ver su talento. La primera carrera de la temporada acabó con un pódium para él, y a lo largo de la temporada consiguió el segundo y último pódium de Ferrari esa temporada. Ya era la segunda que le ganaba a Sebastian Vettel.
Nuevos comienzos
2021 tenia que ser el año de mejoras para Ferrari, Leclerc tendría nuevo compañero de equipo, Carlos Sainz llegaba al equipo. Con un coche bastante mejor que el de 2020, nos dejaba destellos desde el principio. Pole en Mónaco que acabó con el en el muro y que le costo no salir en pista el domingo de carreras. Sin duda la mala suerte le privo de mejores resultados, pero su casi victoria en Silverstone nos seguía afirmando una cosa: Cuando haya coche, Charles estará. Esa temporada perdió a puntos contra Carlos.
¿Ahora si?
La temporada pasada era el año, todo empezó sobre ruedas. Pole y victoria en la primera carrera, ganando en un cuerpo a cuerpo a Max Verstappen, en la tercera carrera llegó su segunda victoria de la temporada, consiguiendo su primer Grand Chelem. Llegaba a Imola con 70 puntos de diferencia sobre Max Verstappen, en Imola también llegaba su primer error. Los problemas se incrementaron a partir de esa carrera, de motor, de estrategia, daba igual la razón, pero los problemas seguían en Ferrari. Hasta tres carreras en las que perdió una victoria por razones externas a él, Mónaco, Barcelona y Silverstone son las más obvias.
En Austria en un lugar que parecía estar escrito para que ganase el Red Bull de Max Verstappen y donde hasta el final el Ferrari estuvo con problemas, Charles Leclerc salió victorioso. Esa fue su última victoria y también la última de Ferrari.
Pese a tener claro que el mundial no estaba en sus manos Charles se haría con el Subcampeonato, ganando al segundo mejor coche. Hasta la última carrera el monegasco luchó.
A volver a remar
Esta temporada los problemas no cesan en el monoplaza, esta claro que no están para batir a Red Bull, pero lo que no se esperaban era que tanto Mercedes como Aston Martin a inicios de temporada les pusiesen las cosas complicadas. Lo peor de todo es que todos parecen haber dado un paso adelante, véase las ultimas carrera de Mclaren menos Ferrari.
Este año las conversaciones vuelven a ser una batalla interna entre ambos pilotos Ferrari, pero la verdadera pregunta debería ser cuando se les puede presentar verdaderamente la oportunidad de luchar de tú a tú el mundial, cada curva y cada carrera. Pese a los rumores de una marcha del monegasco hacia otro equipo, al final Ferrari es Charles Leclerc y Charles Leclerc es Ferrari.
Foto: ferrari.com
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