Carlos Sainz estalla contra el tráfico, la mala suerte y la ejecución del equipo en el GP de Canadá 2025: “Nos han arruinado el fin de semana”.
Carlos Sainz vivió una de sus sesiones de clasificación más amargas de la temporada en el Gran Premio de Canadá 2025. El piloto de Williams cayó eliminado en la Q1 en el circuito Gilles Villeneuve, un escenario en el que tenía ritmo para luchar por estar entre los diez mejores. Sin embargo, una combinación de tráfico, una bandera roja inoportuna y una gestión complicada por parte del equipo le dejaron fuera a las primeras de cambio.
“Fue un impeding gigante, gigante”, gritó el madrileño por radio nada más bajarse del FW47. En sus primeras declaraciones, visiblemente molesto, Sainz no ocultó su frustración: “Hay que tirarlo a la basura, nos han fastidiado el fin de semana”.
Bandera roja y tráfico: la tormenta perfecta de Carlos Sainz en el GP de Canadá 2025
Todo comenzó con una bandera roja provocada por su propio compañero de equipo, Alex Albon, cuyo cubremotor se soltó en pista. Eso arruinó el primer intento lanzado de Sainz. En su segundo intento, el madrileño se topó con Isack Hadjar, que ya había completado su vuelta rápida y no se apartó pese a estar en una zona muy estrecha del circuito. El resultado: otra vuelta arruinada.
“La bandera roja salió en el peor momento y nos obligó a jugárnosla al final. Mala ejecución, mal timing. No lo puedo entender”, lamentó al regresar al garaje. Y añadió con crudeza: “Estoy frustrado. Este coche debía estar en Q3 y voy a tener que salir 16º. Es inadmisible.”
Decepción absoluta y sin consuelo
Sainz insistió en que el potencial del coche no se vio reflejado por circunstancias externas. “Este coche estaba para mucho más. No sé si podremos puntuar, ahora mismo me da igual. Estoy muy molesto”, reconoció en zona mixta. El incidente con Hadjar, que también incomodó a Charles Leclerc, fue el punto de quiebre: “No sé si le sancionarán. Probablemente ya no me afecte, así que tampoco me importa”, zanjó con resignación.
Mientras tanto, Albon sí logró clasificar a la Q3, aunque solo pudo ser décimo. Un resultado que demuestra que el Williams tenía potencial para más. Para Sainz, perder una buena oportunidad en un circuito donde la clasificación es clave, es especialmente doloroso. “Da igual ir rápido en los libres, si pasa algo así, no hay consuelo. Aquí la qualy lo es todo y si sales 17º, estás condenado a remar contra corriente”, cerró con tono amargo.
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