Las críticas hacia Álex Márquez por no atacar a su hermano Marc vuelven a escena tras el GP de los Países Bajos. Pero ni la pista ni las declaraciones de los protagonistas dejan lugar a dudas: Marc está a otro nivel y Assen fue la mejor prueba.
Por más que se intente forzar una narrativa fratricida, los Márquez siguen hablando con la pista. Y en Assen, una vez más, quedó claro: Marc es superior. No porque Álex no quiera adelantarle, sino porque no puede. Tras un fin de semana donde Marc volvió a sumar los 37 puntos en juego y Álex sufrió una caída en la carrera larga después de subir al podio en la sprint, reapareció una vieja cantinela que muchos esperaban olvidada: ¿Está Álex frenándose para no molestar a su hermano?
La respuesta, clara, la dan los propios protagonistas. Marc Márquez lo explicó sin rodeos en la rueda de prensa del domingo:
“Hoy he defendido igual que ayer defendí de Álex. Entonces muchos decían que si no me atacaba por ser mi hermano… Hoy Marco Bezzecchi tampoco me ha podido adelantar. No es tan fácil como parece desde el sofá. Hay que entender el circuito, los puntos fuertes y débiles. He defendido bien en mis zonas débiles, como la curva 11 y 12, y eso ha sido clave”.
Más claro, imposible. Marc no deja lugar a dobles lecturas: nadie lo pudo pasar. Ni Bezzecchi, ni Álex. ¿Por qué iba a ceder ante su hermano cuando no lo hace ante ningún otro rival? Y más aún, ¿por qué pensar que Álex —con todo en juego— se va a autocensurar?
El propio Álex Márquez, cansado de insinuaciones absurdas, fue incluso más directo el sábado:
“¿Que no lo he intentado por ser mi hermano? Me sudo un cojón. Me da absolutamente igual. Estoy segundo en el Mundial y tengo opciones de ganarlo.”
Pocas veces se escucha una frase tan tajante y sincera en el paddock. No hay más debate. Álex lo intenta, lucha, y pelea… pero no le da para más. Y no por falta de talento, sino porque su hermano Marc está a otro nivel, incluso después de años sin un título y de graves lesiones. Y eso hay que aceptarlo sin buscar conspiraciones familiares.
🧠 Aleix Espargaró: el análisis más lúcido
En medio de tanto ruido, Aleix Espargaró aportó probablemente la visión más sensata del asunto. En declaraciones posteriores al GP, elogió el desempeño de ambos hermanos, pero resaltó con fuerza el trabajo de Álex:
«Es brutal. A mí el que me está gustando más es Álex con diferencia. Marc es el mejor piloto de la historia, con la mejor moto, está haciendo lo que tenía que hacer. Pero el campeonato que está haciendo Álex es impresionante, no entiendo esas críticas que han salido ahora de que no ataca a su hermano, es un poco loco.»
Y fue aún más allá:
«Va siempre solo, tira de él en muchos entrenamientos, lucha por las poles, no falla, no se baja del podio… No sé qué más quieren, que se cambien en los neumáticos. Lo que está haciendo Álex es de otra liga y hay que recordar que también lo está haciendo con un equipo satélite.»
Aleix pone el dedo en la llaga: Álex está segundo del Mundial, con una moto satélite (Gresini) y sin cometer errores. Si no logra batir a su hermano, es por mérito del otro, no por sumisión. De hecho, lo que hace más meritorio el subcampeonato provisional de Álex es que lo está consiguiendo contra el mejor Marc en años, a lomos de la moto oficial más dominante.
En MotoGP, cuando uno domina con contundencia, siempre se buscan excusas para restar mérito. Y en el caso de los Márquez, el apellido compartido se convierte, injustamente, en argumento fácil. Pero Assen 2025 no deja lugar a dudas: Marc Márquez está en otra dimensión, y ni su hermano ni sus rivales encuentran el modo de desestabilizarlo. Álex Márquez, lejos de estar a la sombra, está firmando la mejor temporada de su carrera. Y si no ha adelantado a Marc, no es porque no quiera… es porque no puede.
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