El coche de seguridad arruinó la estrategia de Red Bull y una penalización por su toque con Russell dejó a Verstappen sin puntos en el GP de España 2025.
Max Verstappen lo dio todo en el GP de España 2025, pero ni su garra ni su estrategia agresiva fueron suficientes para contener el empuje de los McLaren y a George Russell, con quien tuvo que enfrentarse. El piloto de Red Bull exprimió su monoplaza al máximo con una estrategia a tres paradas que, hasta la aparición del coche de seguridad, parecía asegurarle un sólido tercer puesto en el podio.
Sin embargo, el destino tenía otros planes. La salida del ‘Safety Car’ en las últimas vueltas dejó a Red Bull sin opciones: no quedaban neumáticos medios ni blandos, y Verstappen se vio obligado a montar los duros, un compuesto que no ofrecía el agarre necesario para defenderse del asedio rival. En la reanudación, fue Charles Leclerc quien abrió el fuego, pero el gran protagonista de la polémica fue George Russell. Ambos pilotos se tocaron en una intensa batalla por posición, lo que terminó costándole a Verstappen una sanción de 10 segundos que lo relegó hasta la décima plaza final.
⚠️ Un incidente que acabó en sanción
Lejos de mostrarse arrepentido, el neerlandés fue tajante ante las críticas del británico. “Bueno, traeré algunos pañuelos la próxima vez“, soltó con ironía tras escuchar que Russell estaba preocupado por la imagen que se daba a los niños que veían la carrera. Y cuando le preguntaron si pensaba hablar con el de Mercedes o si se lamentaba por no haber cedido la posición para evitar la sanción, la respuesta fue igual de clara: “No, no lo voy a ver más. No tengo nada que decirle. Y creo que en la vida no hay que arrepentirse de demasiadas cosas“.
Sobre el momento clave de la carrera, el campeón del mundo fue honesto: “Con los neumáticos duros simplemente no teníamos agarre. No nos quedaban neumáticos blandos porque hicimos tres paradas. Es básicamente mala suerte. Hasta ese momento todo se veía bien. No teníamos el ritmo de los McLaren, pero al menos les poníamos presión. El coche de seguridad llegó en el peor momento“.
Frustrado, Verstappen también aprovechó para criticar la inconsistencia de los comisarios. “Me dijeron que devolviera la posición, pero el mayor problema es que los estándares de carrera no están claros. Lo que está permitido y lo que no cambia constantemente. A veces te beneficia, otras te perjudica. Hoy me tocó perder“. Lo que parecía un domingo de daño mínimo acabó siendo una pesadilla para el líder de Red Bull. Una carrera para olvidar, pero que deja abierta una gran pregunta: ¿ha comenzado realmente la caída del dominio de Verstappen en la Fórmula 1?
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