Sainz no conseguía superar la Q1 y se quedaba en una muy frustrante decimonovena plaza que le hace salir desde última fila en la carrera de mañana.
Pese a sus ganas de llegar a Austria Sainz no conseguía firmar una buena vuelta con los neumáticos blandos y eso le hacía sufrir mucho. Ese problema ya lo comentó tras la jornada de ayer viernes pero confiaba con que para la clasificación de hoy estuviera solucionado. No ha podido ser así y el piloto madrileño partirá muy lejos.
Problemas con el coche para Sainz
El piloto español de Williams protagonizó una jornada para el olvido al quedar eliminado en la Q1 y partir desde la posición decimonovena mañana la carrera. Tras abortar su intento en la primera indicación de tiempos, Sainz denunció con ironía y frustración: “Tiene que haber daños en el coche, es inconducible”, afirmaba por radio.
El piloto madrileño vivió su tercer descalabro consecutivo en la Q1 y no llega a una Q3 desde Emilia Romagna, hace más de un mes. La causa, según explicó, serían múltiples problemas en el monoplaza: un fondo plano dañado —presumiblemente surgido en la primera fase de clasificación— y deficiencias en los frenos que le impedían ser competitivo con los neumáticos blandos.
Problemas reportados por radio
Sainz relató por la radio su sensación: “Cuando freno, el coche se va hacia un lado; en las curvas rápidas no mantiene la trayectoria”. Esa impotencia le llevó a advertir al equipo que la situación es insostenible y a considerar una salida desde el pit‑lane para poder rehacer la puesta a punto y así poder realizar alguna prueba que les sea importante en Williams.
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