El CEO de Aprilia se mostró pletórico en Brno tras firmar uno de los fines de semana más positivos para la fábrica italiana. Bezzecchi subió al podio, Martín recuperó la sonrisa y todo el equipo volvió a creer.
En el paddock de Brno, la sonrisa de Massimo Rivola decía más que cualquier palabra. El máximo responsable de Aprilia vivió este domingo uno de sus momentos más dulces desde que asumió la dirección de la estructura italiana. Por primera vez en mucho tiempo, los dos pilotos oficiales cruzaron la línea de meta con sensaciones positivas, marcando un punto de inflexión emocional y competitivo para una escudería que ha atravesado turbulencias dentro y fuera de la pista en la primera mitad del curso.
Marco Bezzecchi, en estado de gracia, firmó un segundo puesto magistral tras luchar durante buena parte de la carrera con Marc Márquez. A su estela, un Jorge Martín sereno y firme logró un valioso séptimo lugar en su reaparición, tras semanas de tensión contractual y recuperación física. Y eso, para Rivola, es el mayor de los triunfos: “Fue un gran fin de semana para Aprilia, para Bezzecchi y para Martín. Pero también para Raúl Fernández. No fue perfecto, pero sí muy bueno”, resumía.
Un equipo que vuelve a creer
Tras meses de incertidumbre en torno al futuro de Jorge Martín —quien tanteó su salida antes de firmar su continuidad con Aprilia—, Rivola quiso cerrar capítulo:
“La constancia siempre da sus frutos. Se trata de respetar la filosofía de la empresa hasta el final. Sabía que mantenernos firmes era lo correcto, también para Jorge.”
El madrileño, por su parte, zanjó tensiones con una frase que alegró profundamente a Rivola: “El domingo ya sentía al equipo como mi familia”. El CEO no lo ocultó: “Estuve allí cuando lo dijo, y fue realmente bonito”.
Con esa declaración, el equipo enterró el ruido y recuperó el foco. Rivola lo tiene claro:
“El dictado ahora es no mirar atrás. Es mi nuevo lema. Lo importante es que Jorge está recuperado y volvió a disfrutar pilotando. Fue inteligente al no correr riesgos innecesarios.”
Bezzecchi, el líder silencioso
Pero si hubo un nombre propio en el box de Noale, fue el de Marco Bezzecchi. El italiano ha dado un paso al frente desde la lesión de Martín y se ha convertido, con constancia y talento, en referencia dentro del equipo. “No es un ganador todavía, pero el objetivo es que lo sea cuanto antes. Si Marco es el número uno, Jorge tendrá el reto de superarlo”, valoró Rivola.
Lejos de etiquetar al #72 como escudero, dejó claro que “Bezzecchi nunca fue fichado para ser gregario”. Su madurez, implicación técnica y capacidad para unir al equipo han sido diferenciales. “Cada vez que se cae o se equivoca, es el primero en disculparse con todos. Y eso no es habitual”, añadió.
Mirando a Ducati… sin complejos
Con la dupla Martín-Bezzecchi en sintonía, Aprilia ya mira al futuro con optimismo. La idea es pelear por victorias en la segunda mitad del campeonato y, por qué no, batir a las Ducati, el gran referente actual. “Estamos luchando contra Marc Márquez en una Ducati que parecía imbatible. Creo que incluso podemos ganarle. No estamos tan lejos”, sentenció Rivola.
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