Tras salir desde el pitlane por la descalificación de ambos coches, el madrileño hiló 52 vueltas con el medio, remató con blando y firmó una remontada quirúrgica para sumar en Marina Bay.
La tarde que amenazaba ruina para Williams terminó convertida en una clase magistral de gestión y estrategia firmada por Carlos Sainz. El madrileño, obligado a salir desde el pitlane tras la descalificación previa de ambos coches del equipo, transformó una misión casi imposible en puntos en uno de los circuitos menos propicios para adelantar, Marina Bay. Sin coches de seguridad, sin lluvia que rompiera el guion y con un tren de carrera tenso, Sainz interpretó el libreto perfecto: contener, estirar, rematar.
“Ha sido una carrera un poco inesperada”, admitió al bajar del monoplaza. “Esta mañana estábamos todos a verlas venir con los safety cars y a ver si llovía… Al final ha sido en seco, aburrida, sin safety cars, pero hemos tenido tan buen ritmo que nos permitió extender mucho la media aguantando a coches con ruedas frescas detrás y, cuando pusimos los blandos, volábamos para adelantar a 5 o 6 coches y llegar a un puntito”.
📊 La clave: 52 vueltas con el medio, sangre fría y timing quirúrgico
En Singapur, el trasero sufre y gestionar la degradación decide resultados. Sainz estiró 52 vueltas con el neumático medio, sabiendo que las últimas serían críticas frente a rivales con goma nueva: “Estaba claro que esas vueltas iban a ser complicadas: Bergman con rueda fresca, Fernando también nos pasó. Sufrimos, pero tuvimos todo bajo control hasta nuestro momento de montar blando y remontar”.
La lectura del ritmo fue milimétrica: paciencia en el primer stint para no caer en sobrecalentamiento, defensa limpia cuando tocó sufrir y ataque decidido con el blando en los giros finales. El resultado: ocho adelantamientos y puntos en un escenario en el que “no se puede adelantar”.
💪 Constancia que suma en el Mundial
“Por fin capitalizamos un buen resultado saliendo desde la mitad (o peor) de la parrilla. No es fácil y hoy lo hemos conseguido”, subrayó Sainz, que encadena dos fines de semana puntuando —podio en Bakú y botín en Singapur—. Más allá del mérito individual, el punto refuerza la quinta plaza de Williams en Constructores frente a la amenaza de Racing Bulls y Aston Martin: “Cada punto cuenta hasta final de temporada. Limitamos daños con Aston Martin y Racing Bulls; les ganamos en carrera”.
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