Christian Horner deja de ser jefe de equipo de Red Bull tras dos décadas, en medio de una crisis deportiva, tensiones internas y acusaciones que marcaron su final.
Revolución en la Fórmula 1: Red Bull ha despedido a Christian Horner, su histórico jefe de equipo, tras dos décadas liderando la escudería austriaca. La noticia ha sido comunicada al personal este mismo miércoles en la sede de Milton Keynes, en un anuncio que sacude por completo el paddock. El encargado de asumir el relevo será Laurent Mekies, actual responsable en la estructura de RB (ex AlphaTauri) y con pasado en Ferrari.
El adiós de Horner no es solo el fin de una etapa en Red Bull, sino también el cierre de uno de los capítulos más exitosos de la historia moderna de la Fórmula 1. Desde 2005, año en el que la marca de bebidas energéticas desembarcó en el campeonato, Horner ha sido la figura clave del proyecto, guiando a la escudería hacia la conquista de seis títulos de constructores y siete de pilotos: cuatro con Sebastian Vettel y tres con Max Verstappen.
Una salida marcada por la polémica y la presión interna
Aunque Horner ha sido sinónimo de éxito, su salida no es ajena a las controversias. En los últimos meses, la tensión en el equipo ha ido en aumento, especialmente tras las acusaciones de conducta inapropiada por parte de una empleada, que desataron una crisis interna sin precedentes. Pese a que Horner negó en todo momento los hechos, la presión desde el entorno de Verstappen –incluido su padre, Jos– y la exposición mediática minaron su posición dentro del equipo.
A nivel deportivo, el rendimiento del equipo también ha ido en declive. Max Verstappen, que actualmente es tercero en el Mundial, ha visto cómo el RB21 ha perdido eficacia frente a la creciente amenaza de McLaren y Mercedes. La relación entre piloto y jefe de equipo, lejos de mejorar, ha seguido deteriorándose a lo largo de la temporada, alimentando los rumores sobre una posible marcha del neerlandés a Mercedes para 2026.
Adrian Newey y un efecto dominó en Red Bull
Otro de los puntos clave que ha podido precipitar la marcha de Horner ha sido la salida de Adrian Newey, el genio técnico detrás del dominio de Red Bull en la era híbrida. El ingeniero británico ha puesto rumbo a Aston Martin, en un movimiento que no solo debilita a Red Bull, sino que podría reconfigurar el equilibrio de poder en la parrilla de cara a la nueva normativa de 2026.
Laurent Mekies, el nuevo líder del proyecto
Con la marcha de Horner, Red Bull pone su futuro en manos de Laurent Mekies, un perfil más técnico y menos mediático, pero con experiencia de sobra en la Fórmula 1. Su reto será mayúsculo: reconstruir la estabilidad interna del equipo, mantener a Verstappen en sus filas y recuperar el terreno perdido frente a sus rivales.
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