El británico conquistó su primer Mundial en Abu Dhabi tras una temporada bajo máxima presión… pero el botín del campeón en la Fórmula 1 es muy diferente al que muchos imaginan.
Después de una temporada marcada por la presión, las famosas papaya rules, la amenaza constante de Max Verstappen y una lucha interna sin concesiones frente a Oscar Piastri, Lando Norris ya es campeón del mundo de Fórmula 1. El británico selló su título en Abu Dhabi con un sólido tercer puesto que le bastó para hacer historia con McLaren. Pero una vez caen los fuegos artificiales, surge una pregunta inevitable: ¿qué gana realmente un piloto por ser campeón del mundo de F1?
A diferencia de otros grandes deportes, la Fórmula 1 esconde una paradoja que desconcierta a muchos aficionados: el campeón del mundo no recibe un premio económico directo por parte de la F1 ni de la FIA.
💰 El campeón… no cobra de la Fórmula 1
En sus 75 años de historia, la Fórmula 1 ha tenido 35 campeones del mundo distintos de 16 constructores diferentes, y en todo este tiempo el modelo de premios apenas ha cambiado. El dinero que genera el campeonato se reparte exclusivamente entre los equipos según el Acuerdo de la Concordia, en función de su posición en el Mundial de Constructores.
Los pilotos, incluido Norris, no reciben ni un solo euro oficial por ganar el título. Eso sí: sus contratos sí pueden incluir bonificaciones millonarias privadas acordadas con el equipo, patrocinadores o marcas personales. Pero eso ya pertenece al mundo empresarial, no al deportivo.
🏆 El verdadero tesoro: el trofeo que no se queda en casa
El premio tangible del campeón del mundo es uno de los trofeos más exclusivos del deporte: el Trofeo FIA del Campeonato Mundial de Pilotos de Fórmula 1. Diseñado en 1995 por el artesano británico Richard Fox, está fabricado en plata esterlina con detalles en oro y lleva grabadas las firmas de todos los campeones de la historia. Norris añadirá su nombre a una lista donde figuran leyendas como Schumacher, Senna, Hamilton o Verstappen.
Eso sí, el trofeo no es de su propiedad permanente. Tras exhibirse durante meses en la sede de McLaren, deberá ser devuelto a la FIA antes del inicio de la siguiente temporada. Si Norris quiere conservar uno en casa, deberá pagar una réplica oficial. Este año, la ceremonia de entrega de premios se celebrará en Taskent (Uzbekistán), donde la FIA coronará a todos los campeones del mundo del automovilismo.
🔥 El privilegio del número 1
Además del trofeo, Norris gana un privilegio simbólico que solo ostentan unos pocos elegidos: la posibilidad de competir con el dorsal #1 en su mono, casco y monoplaza. Este número está reservado exclusivamente al campeón vigente. Verstappen lo utilizó desde 2021, aunque muchos, como Hamilton, prefieren conservar su dorsal histórico. Ahora Norris deberá decidir si renuncia a su icónico #4 o abraza el número del rey en 2026.
🧠 El mayor premio: un nuevo estatus en la F1
Más allá de lo material, el título le otorga a Norris algo imposible de comprar: autoridad deportiva, peso político y estatus legendario dentro del paddock. El británico se convierte en el 35º campeón del mundo de la historia, y en el primer piloto de McLaren en lograrlo desde Lewis Hamilton. Además, refuerza su imagen como referente generacional, especialmente por su discurso abierto sobre salud mental, presión y vulnerabilidad, algo poco habitual en la élite del automovilismo.
🏁 Una corona sin dinero… pero con eternidad
Lando Norris no gana un cheque oficial, ni un bonus institucional, ni un bote millonario por la FIA. Gana algo más difícil de lograr: un lugar permanente en la historia de la Fórmula 1. Su nombre ya no podrá separarse jamás de la palabra campeón. Y eso, en la F1, vale más que cualquier cifra.
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