Fabio Quartararo volvió a chocar con los límites de la Yamaha en el GP de Japón. Tras un brillante P5 en clasificación, salvó P6 en la sprint y terminó P8 el domingo, lastrado por la falta crónica de agarre de la M1.
En Motegi, el francés arrancó con fuerza —llegó a superar a Joan Mir—, pero el agarre se evaporó muy pronto. En apenas unas curvas cedió varias posiciones, vivió un susto y cruzó meta octavo, por delante de Johann Zarco y aprovechando los problemas finales de Pedro Acosta. “Nada especial, sabemos que nuestra moto no funciona en este momento”, dijo Fabio Quartararo en Canal+.
📈 “Hemos conseguido el mejor resultado posible”
Después, ante la prensa escrita, Quartararo detalló que el techo real del paquete era el octavo lugar:
“Salí muy bien, pero con el nivel de agarre que tenemos me ha pasado todo el mundo. Intenté engancharme a los de delante y fue imposible. Hice mi carrera, a mi ritmo. El objetivo ahora es trabajar en mí mismo y mejorar como piloto. El ritmo no estaba ahí y sacamos lo máximo con lo que teníamos”.
🏍️ Honda vuelve al podio; Yamaha, sin reacción
La carrera dejó el primer podio de Honda en dos años con Joan Mir, mientras Yamaha firmó otra presencia testimonial en casa. ¿Es un toque de atención? Fabio no lo cree:
“Si esto es una llamada de atención para Yamaha, es un poco tarde. No necesitamos un podio de Honda para despertar; necesitamos progresar”.
🇮🇩 Mandalika, pequeña ventana de esperanza
Con la vista en Indonesia, Quartararo se permite cierto optimismo: el trazado de Mandalika y el neumático podrían minimizar carencias y permitir otra gran “quali” y una carrera sólida.
“Indonesia puede ser un buen circuito para nosotros. No me gusta hablar antes, pero creo que podemos hacer muy buena clasificación y una buena carrera allí”.
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