Hülkenberg consigue en Silverstone un primer podio que ha tardado 239 carreras en llegar y que le hacen romper un ‘mal’ récord y cumplir un sueño.
Nico Hülkenberg ya es piloto de podio en Fórmula 1. El veterano alemán lo ha conseguido por fin en su carrera número 239 en el Gran Circo, y lo ha hecho en el lugar más inesperado: el Gran Premio de Gran Bretaña 2025, partiendo desde el fondo de la parrilla y en unas condiciones climatológicas extremas.
“Bueno, ha tardado mucho en llegar, ¿no?”, reconocía Hülkenberg con una sonrisa emocionada tras bajarse del coche. “Siempre supe que lo podía hacer, que estaba dentro de mí en alguna parte. Así que, sí, quiero decir, qué carrera, saliendo prácticamente desde la última posición. Es bastante surrealista, para ser sincero.”
Silverstone ofreció una de las carreras más caóticas de la temporada: lluvia, momentos de seco, múltiples coches de seguridad y paradas estratégicas que marcaron la diferencia. Y en medio del caos, emergió un piloto con experiencia, cabeza fría y sin cometer errores.
“No estoy seguro de cómo sucedió todo, pero obviamente condiciones locas, condiciones mixtas. Fue una lucha de supervivencia durante gran parte de la carrera. Creo que estábamos realmente en el camino correcto, los neumáticos correctos, en el momento correcto, no cometimos errores. Es bastante increíble.”
Con esta tercera posición, Nico Hülkenberg sube al décimo lugar del Mundial de Pilotos y permite al equipo Sauber F1 Team dar un importante salto hasta la sexta posición en el campeonato de constructores. Pero más allá de los puntos, lo que queda es la emoción de un podio muy esperado y merecido.
“Creo que estuve negándolo hasta probablemente la última parada en boxes, y luego, cuando escuché que habíamos dejado bastante atrás a Lewis con la vuelta extra, pensé, ‘bien, eso es bueno’. Pero luego empezó a cogerme bastante rápido. Así que sí, la presión estaba ahí. Fue una carrera intensa. Pero como dije, no cometimos errores.”
“Estoy muy, muy feliz con esto. Es fantástico. Súper feliz.”
Hülkenberg ha roto una de las estadísticas más crueles de la Fórmula 1, y lo ha hecho a los 37 años, tras años de sacrificio, vueltas como piloto reserva y regresos in extremis. Hoy, por fin, el podio le pertenece.
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