El murciano ha sido el último invitado de El Hormiguero donde ha hablado de su estreno en MotoGP.
De Mazarrón al plató de El Hormiguero en furgoneta, la pura esencia de Pedro Acosta. En pleno boom tras su estreno en la categoría reina, el murciano ya hace sus primeros pinitos en televisión, con la naturalidad que le caracteriza y un sinfín de frases que definen al piloto de GasGas. Su primera parada en El Hormiguero, “tenía claro que el programa al que quería ir era El Hormiguero“, confesaba el tiburón de Mazarrón ante su estreno televisivo. Y precisamente ahí, en Prime Time, Acosta ha dejado más de una frase cuanto menos curiosa.
“A mí me gustan las peleas de antes“, comenzaba resumiendo Acosta sobre un estreno en la categoría reina donde ya se ha convertido en uno de los hombres del momento. Primero por el adelantamiento que protagonizó en Catar a Marc Márquez en su estreno de la categoría reina. Entonces, el de Mazarrón no tuvo miramientos a la hora de adelantar al ocho veces campeón del mundo y protagonizó la que fue elegida la imagen del primer Gran Premio de la temporada. ”Parece más fácil en la tele que como lo viví yo“, reconocía tras ver en la televisión el adelantamiento. ”Él lo hizo con Rossi en su momento y yo ahora con él. Hay que ser la mosca tocapelotas, fue bonito. Era la primera carrera real que hacía y me dijeron: ‘Échale huevos’. Y eso es lo que hice“, añadía.
Precisamente sobre ese afán de plantar pelea incluso a los grandes campeones también ha hablado. “Soy de calentón fácil”, confesaba a un Pablo Motos rendido ante la naturalidad del rookie de MotoGP. “Yo no rozo, golpeo, soy más directo“, añadía entre risas. ”En tres años que llevo, nunca he ido a Dirección de Carrera por tirar a nadie, pero siempre hay que tener ese punto. Me caliento cuando me adelantan, siempre intento dar salsa para los que lo ven por la tele”.
La esencia del bicampeón del mundo
A pesar de ello, una de las cosas que más caracteriza al piloto de Mazarrón es su naturalidad a la hora de hablar de cualquier cosa, incluso de sus incidentes -más escatológicos-, en plena carrera. “He llegado a vomitar dentro del casco”, explicaba. O de su afán por las carreras. “Puedo ver cuatro o cinco al día. Lo más fácil en la vida es copiar, si aprendes viendo al mejor, haces lo mismo. Intento mirar las carreras que me interesan, en las que no me va bien, no las veo”.
Sobre los sacrificios de su familia para que él fuese piloto: “Si ellos no hubiesen hecho todo eso, arriesgar la casa y el trabajo, no estaría aquí, estaría pescando con mi padre. Todo se lo debo a ellos”, reconocía ante la mirada atenta de su padre, emocionado, entre el público de El Hormiguero.
Y deja claro, no quiere comparaciones: “Yo creo que soy el nuevo Pedro Acosta. Llegué al Mundial con 16 años y algo ha cambiado. El primer año fue bien, pero el segundo no, no me encajaba nada. Ahora soy otro comparado al que empecé. El ritmo que llevaba de romper motos no era normal” concluía.
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