Hace menos de dos semanas pasó por quirófano, pero Pedro Acosta ha arrancado fuerte en Francia y se consolida entre los favoritos, gestionando el dolor y aprendiendo de Viñales.
Ni los puntos, ni los moratones, ni una operación en el antebrazo hace menos de dos semanas han frenado a Pedro Acosta. El piloto murciano ha arrancado el Gran Premio de Francia demostrando que no solo está hecho de talento, sino también de determinación. El viernes cerró la jornada séptimo en la combinada de tiempos, a menos de medio segundo del récord absoluto marcado por Marc Márquez.
Y lo hizo, además, cumpliendo el primer objetivo real del fin de semana: entrar de forma directa en la Q2. Lo firmó con un 1:30.308 en la sesión de la tarde, después de un arranque más discreto por la mañana. Pero el tiempo no cuenta toda la historia. La historia es que Pedro sigue en proceso de recuperación y aun así se mantiene firme entre los mejores.
“Quitando los puntos y los moratones, no me ha dolido exageradamente. Estoy muy contento, si digo la verdad”.
Las palabras del ‘Tiburón de Mazarrón’ resumen bien su situación: no está al 100%, pero va camino de estarlo. Sigue adaptando su pilotaje, ahora algo más suave, menos agresivo, una transición que empezó en Jerez casi por obligación y que ahora empieza a dar resultados. Acosta fue claro: no está para forzar. No puede jugarse que se le abra la herida, porque eso significaría perder otro fin de semana. Por eso, durante las tandas largas, aún guarda un punto. “Voy al 97%. En los ‘time attack’ sí hemos apretado, pero en ritmo vamos tranquilos”, confesó. La madurez con la que afronta el reto es tan llamativa como su velocidad.
Viñales como espejo
Aunque no se obsesiona con lo que hacen el resto de las KTM, sí tiene un ojo puesto en Maverick Viñales, su compañero de marca y referente en estas últimas carreras. “Es un piloto muy fino, muy suave, justo lo que yo no hago”, admitía Pedro, que ve en Maverick una guía para entender hasta dónde puede llegar con esta moto si encuentra el equilibrio.
“Tenemos que aprender de él. En las dos últimas ha sido el primero de la marca, pero no estamos tan lejos”.
Acosta sabe que necesita mejorar en clasificación. Lo ha dicho más de una vez. Y en Le Mans parece haber dado un paso adelante en esa dirección. Por ahora, ya ha asegurado su plaza en la lucha por la pole. Mañana será otro día. Pero lo importante ya está en marcha: Pedro Acosta sigue creciendo, a pesar de todo.
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