Pedro Acosta escala desde la 14ª posición hasta la octava en carrera, pero sigue frustrado por la falta de competitividad y grip de la KTM en MotoGP.
Pedro Acosta no está teniendo una temporada sencilla con KTM en MotoGP. Tras una mala clasificación que le obligó a salir desde la 14ª posición de la parrilla, el joven piloto español intentó revertir la situación en carrera con paciencia y determinación. Logró escalar hasta una meritoria octava plaza, pero la satisfacción quedó lejos de ser completa.
“Bueno… que desde la vuelta dos no tengamos grip… es desesperante”, afirmó Acosta tras la carrera. El piloto explicó con crudeza la realidad de KTM en pista: “Si ves más o menos mi carrera, o la de todos, hay una tendencia: todos suben y nosotros bajamos, KTM en general. Luego ellos bajan por los neumáticos y nosotros subimos, y después bajamos más o menos todos… pero ellos siguen estando”.
El gran problema radica en la falta de velocidad y agarre que limita seriamente sus opciones. “Es desesperante porque al final no puedes jugar, no puedes pelear, te pasan como quieren. No tienes velocidad de entrada, no tienes velocidad de salida. Es como un compás: la rueda delantera está en la punta y la de atrás gira, pues nuestra rueda trasera es el lápiz del compás… y no conseguimos que esté quieto”, describió el piloto de KTM, visiblemente frustrado.
Esta sensación queda reflejada en el hecho de que ninguna de las cuatro motos oficiales KTM logró meterse en la Q2, una clara señal de la dificultad que atraviesa el equipo a nivel competitivo. “No tenemos moto en general. Es, como te he dicho, un poco desesperante. Porque una vuelta, siendo sincero, es arriesgar. Es jugártela. Si hay, hay, y si no hay, no hay. Puedes sacar, vamos a ponerle a lo bestia, dos décimas… pero es que nos faltan cinco más“, confesó Acosta.
Una esperanza esfumada
El piloto esperaba mucho más de sus compañeros, especialmente de Maverick Viñales, a quien consideraba favorito en este circuito, uno en el que él mismo suele tener buen rendimiento. “Yo ponía muchísima esperanza en que Maverick iba a ir volando, porque este es uno de esos circuitos —como a mí me pasa en Portimão, por ejemplo— que son tuyos. Y ver que Maverick está sufriendo más o menos lo que sufrimos todos, es lo que me mata un poco más“, añadió.
Consciente de que la realidad es dura, Acosta acepta que todavía no están al nivel necesario para pelear por los puestos de arriba. “Como dije ayer: no somos lo suficientemente buenos. Y ya está”, sentenció.
Pese a la evidente frustración, el piloto mantiene la cabeza fría y una actitud profesional. “Sí… pero es que no hay ninguna opción de plantar cara. Entonces, ya está. Al final hay que tener la cabeza fría. Gracias a Dios, y toquemos madera, que siempre he sido un tío que mantiene la cabeza donde la tiene que mantener, y no soy de los que se vuelven locos con estas cosas”, aseguró el ‘Tiburón del Puerto de Mazarrón’.
Para Acosta, la clave está en que la moto le permita competir, algo que por el momento no ocurre. “Es desesperante venir a dar vueltas… no a competir. La moto te tiene que permitir hacerlo“, concluyó.
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