Pecco Bagnaia sigue sin encontrar el rumbo mientras Márquez lidera los tiempos en Jerez y asume el mando técnico del equipo oficial.
Las jornadas de test en MotoGP suelen ser días silenciosos pero decisivos. Y en este 2025, con un campeonato más apretado que nunca, cada kilómetro fuera de carrera es oro. Para Pecco Bagnaia, el test post-GP en Jerez era una oportunidad crucial para reencontrarse con sensaciones que se le están escapando desde que arrancó la temporada. Sin embargo, lo que prometía ser un día de evolución se convirtió en una mezcla de avances discretos, viento molesto y conclusiones a medias.
Entre el viento y las dudas
Bagnaia terminó 19º en la tabla de tiempos, con un mejor crono de 1:37.461, a más de un segundo y medio del más rápido del día: su propio compañero de box, Marc Márquez. No es una distancia menor. Mientras el catalán lideraba la tabla como si se tratase de otro domingo de carreras, el bicampeón del mundo completaba 53 vueltas sin poder dar con la tecla. “El test ha ido bien, aunque el viento nos ha limitado muchísimo”, confesó Pecco tras bajarse de la Desmosedici. “Cuando intentamos trabajar en el equilibrio de la moto para mejorar en curvas rápidas, las rachas eran tan fuertes que hacían imposible entender si los cambios funcionaban”. Resultado: vuelta al setup básico y foco en las piezas nuevas.
El espejo de Marc
Bagnaia dedicó buena parte del día a probar componentes que Márquez ya utiliza desde el inicio de la temporada. “En Tailandia tuvimos problemas con esas piezas y las descartamos, pero hoy hemos retomado el trabajo. Algunas me han gustado y las llevaremos a Le Mans. Otras no, y las volveremos a testar en Aragón“, explicó. La sensación es clara: mientras uno explora el futuro, el otro intenta no quedarse atrás.
Pecco incluso dejó de lado otros elementos importantes, como un depósito más pequeño —el que se utiliza en las carreras al sprint— que podría ayudarle a ser más competitivo los sábados, donde hasta ahora ha estado muy lejos del ritmo de cabeza. “No lo hemos probado por falta de tiempo. Había prioridades”, zanjó.
Sin probar el nuevo chasis
Una de las grandes novedades del test fue el chasis que Ducati llevó a Jerez. Pero Bagnaia ni siquiera se subió a él. “Marc estaba más cómodo, así que lo probó él. Yo no estoy en condiciones de hacerlo ahora mismo, hasta que no recupere sensaciones básicas no tiene sentido probar algo que cambie tanto la dinámica de la moto”, explicó. Una declaración que suena tanto a honestidad como a resignación.
Le Mans en el horizonte de Pecco Bagnaia
Con el test ya cerrado y sin resultados brillantes que llevarse, Bagnaia se aferra a los pequeños pasos hacia adelante. En dos semanas llega el Gran Premio de Francia, y allí estrenará algunas de las mejoras probadas en Jerez. Pero el tiempo empieza a jugar en su contra. Mientras Márquez parece haber asumido el control de Ducati con naturalidad, Bagnaia lucha por no perder el tren del campeonato.
La distancia en puntos, en sensaciones y en presencia dentro del box se agranda. Y aunque el viento de Jerez no ayudó, en Borgo Panigale saben que el problema viene de más atrás. El campeón necesita más que piezas nuevas: necesita reencontrarse con su propia versión más competitiva. Porque el Mundial no espera, y su compañero ya ha arrancado.
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