Tras un sábado para olvidar, Pecco Bagnaia resurge en Sachsenring con un podio que refuerza su confianza. “He tocado fondo, pero sé de lo que soy capaz”.
Después de una jornada frustrante el sábado, Pecco Bagnaia volvió a demostrar por qué es uno de los grandes del motociclismo. El piloto piamontes salvó un valioso tercer puesto en Sachsenring, en una carrera marcada por la tensión, los errores ajenos y, sobre todo, su propia determinación. Un resultado que le permite quedarse con un sabor dulce tras un sábado muy complicado.
“He demostrado que soy un luchador, pero sobre todo he demostrado que soy un piloto con lo que hay que tener. Porque cuando tocas fondo, y consigues salir de ahí, es cuando realmente se ve quién eres”, expresó Pecco tras la carrera, visiblemente aliviado pero consciente de que aún queda camino por recorrer.
Convicción antes de la salida, dudas durante la carrera
El italiano confesó que, pese a su discreto rendimiento el sábado, confiaba en sus posibilidades desde antes de apagar el semáforo: “Sabía cuál es mi valor, mi potencial. Lo de ayer fue un mal día, pero por sensaciones, no por algo extraño. Por eso esta mañana estaba convencido de que podíamos pelear por el podio. Incluso dije: ‘como mínimo, acabamos terceros'”.
Y no se equivocó. Aunque durante buena parte de la carrera se vio incómodo en el grupo delantero, supo mantener la calma hasta los compases finales: “Como casi siempre, cuando llego al grupo de cabeza me cuesta. Pero creo que tanto Álex (Márquez) como yo fuimos constantes en las últimas vueltas. Diggia iba muy al límite, lo vimos en su caída. Bezzecchi también estaba fuerte, pero tuvo su incidente. Aun así, era una carrera muy dura”.
Un carácter a prueba de crisis
Más allá del resultado, Bagnaia se reafirma como un piloto que sabe reinventarse desde el error. Es una cualidad que ya ha demostrado en el pasado y que volvió a aparecer en Sachsenring: “Siempre he tenido esa capacidad de resetear. Cuando las cosas no van bien, vuelvo a mí mismo, reflexiono y arranco de cero. Sé lo que puedo dar. Por eso, cada vez que salgo a pista, sé hasta dónde puedo empujar”.
No es la primera vez que da un golpe sobre la mesa tras un revés: “Recuerdo Indonesia. El sábado fue un desastre, pero el domingo gané. No es casualidad, es trabajo, es carácter, es saber quién eres y en qué crees”.
Mirando hacia adelante con la vista en lo más alto
Aunque el podio es importante, Bagnaia no se conforma: “Tercer puesto, sí, pero no es a lo que aspiro. Queremos volver a luchar por ganar, y estamos trabajando para eso”. El italiano quiere convertir estas dos últimas carreras —donde ha vuelto a saborear el podio— en el punto de inflexión para recuperar su máximo nivel. “Hay que ser positivos y seguir avanzando. Lo importante es no dejar de creer, incluso cuando se toca fondo”, sentencia el piloto de Ducati.
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