Pecco Bagnaia, con algunos problemas, solo pudo ser quinto.
Históricamente, Australia siempre ha sido escenario de sorpresas y en esta ocasión no iba a ser diferente. Como no podía ser de otra manera, y después de la amenaza desde hace algunos días de lluvia en Phillip Island, las condiciones climáticas obligaban a reestructurar un sábado que habitualmente suele ser un reto para los pilotos y equipos, pero este fin de semana, tras la cancelación de la FP1, aún más. La primera y última tanda de libres de la cita australiana sirvió de preámbulo de una clasificación con muchos matices y donde acabó liderando Marc Márquez, el gran favorito después de llevarse el gato al agua en todas las sesiones de libres.
Prácticamente sin tiempo de descanso entre una sesión y otra daba comienzo la primera de las dos sesiones de clasificación. Como es habitual, la primera tanda era la última oportunidad que tenían los pilotos que no lograron pasar el corte para la Q2 de lograr las dos últimas plazas. Entre los nombres más destacados estaban el del tercero de la general, Enea Bastianini que se quedaba fuera del top10 en la práctica del viernes; o Pedro Acosta, que a pesar de no haber tenido un mal inicio de Gran Premio, no lograba meterse directamente en la Q2.
La gran duda en la primera salida se ceñía en la elección del neumáticos: entre secos y mojados. La situación de la pista complicaba la tarea en los primeros compases aunque los pilotos no tardaban en arriesgar, Quartararo era uno de los primeros en cambiar la configuración de mojado a seco. Al mismo tiempo que Johann Zarco y Jack Miller se colocaban como los repescados provisionales.
Dos salidas, una primera para evaluar el estado de la pista y tratar de lograr un buen time attack que permitiese asegurar una de las dos primeras plazas. Y una segunda, la definitiva para tratar de rematar la faena en la que todos los pilotos trataban de lograr su trozo del pastel. Acosta parecía asegurar su pase a la Q2, pero una última vuelta de locura daba la vuelta a una clasificación en la que Raúl Fernández y Enea Bastianini se convertían en los repescados para la segunda tanda de clasificación, la de la pole.
La lucha por la pole
Y con los 12 pilotos ya elegidos llegaba la hora de la verdad. Gran parte de las miradas estaban puestas en Marc Márquez, el que podría ser la sorpresa de la decimosexta carrera de la temporada; la otra parte se centraba en los dos contendientes para el título (separados por 10 puntos a falta de cuatro carreras para el final). Y precisamente el líder del mundial era el primero en marcar la pauta con un tiempo de 1:29.931, un primer crono decente pero que no tardaba en bajarse.
En los primeros compases Fabio Di Giannantonio -que pasará por quirófano y se perderá las últimas citas del curso-, se iba al suelo. Aunque la bandera amarilla no impedía a Jorge Martín ir sacando vueltas rápidas debajo de la manga. También Maverick Viñales que se postulaba como otro candidato para llevarse la pole.
En clave de título, Pecco Bagnaia trataba de sobreponerse pero arrastraba algunos problemas y se veía obligado a salirse de pista, en su primera vuelta se colocaba quinto. Prácticamente el italiano tenía que poner toda la carne en el asador en la segunda salida, la definitiva.
El que lo aprovechaba era su rival en el título. Martín trataba de bajar el tiempo pero tenía un susto que le obligaba a acortar. Aunque nada quedaba dicho. Solo una vuelta más tarde, Martinator se sacaba una vuelta de récord de la manga, casi siete décimas más rápida que le colocaba en la pole provisional.
Bagnaia intentaba una última vuelta pero solo lograba clasificarse quinto. Marc Márquez también lo intentaba y se metía segundo, por delante de Maverick Viñales que se metía en primera línea de parrilla.
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