El catalán acumula el récord de caídas esta temporada donde solo ha logrado puntuar en dos carreras al sprint.
Desde la llegada de Marc Márquez a MotoGP allá por el año 2013, el matrimonio Repsol Honda-Márquez se convirtió en la dupla inquebrantable para sus rivales. Victorias, récords y seis títulos de campeones del mundo, unos números que hicieron su parada en seco en 2020, cuando el catalán se fue al suelo en la prueba inaugural de la temporada rompiéndose el húmero y empezando un largo calvario que ha complicado sus últimas temporadas. Cuatro operaciones, tres temporadas perdidas, y una mala suerte que se ha instalado en el box del ’93’.
Desde entonces, prácticamente todo han sido malas noticias para el octacampeón del mundo, que ha pasado de celebrar títulos a vivir en una especie de espiral de mala suerte. El culmen, este año donde solo ha logrado puntuar en las sprint de Portimao y Francia y en ninguna carrera larga. Para colmo, el del Repsol Honda acumula el récord de caídas en las ocho carreras disputadas, 14 en total, unos números que no sorprenden en un piloto como Márquez- ya que como todo el mundo sabe, en cada sesión intenta ir al límite-.
Lo que sí sorprende es el número de lesiones que ha sufrido el catalán en esta primera parte de año. Ya en la primera carrera de la temporada, donde todo parecía ir sobre ruedas, Márquez se fue al suelo en la carrera larga en un incidente con Oliveira y Martin, el resultado: fractura del primer metacarpiano de la mano derecha. Entonces, Márquez tuvo que perderse las tres carreras siguientes. Volvió en el Gran Premio de Francia y sólo dos carreras después, en Sachsenring- el que hasta entonces era su circuito talismán-, se fue al suelo cinco veces en solo 48h, la última con un resultado que le complicó esa cita, y la siguiente en Assen: fractura de la falange del primer dedo de la mano izquierda, contusión en el tobillo y una costilla rota.
Lo cierto es que las lesiones es un tema con el que deben lidiar los protagonistas desde que deciden convertirse en pilotos y donde hay muchos componentes que influyen. Pero si tenemos en cuenta que en 2017, Márquez batió el récord de caídas, 27 en total, y no se lesionó en ninguna de las ocasiones, ¿cuál es el problema?
Los highsides, la perdición de Honda
“Las caídas pueden trabajarse, al menos las normales. Porque si hay un highside- una caída ‘por orejas’ (NdR)-, solo queda encomendarte al de arriba“, nos explicaba Tomás Comas, ex preparador físico de Joan Mir. Lo cierto es que, a pesar de que Márquez siempre ha sido uno de los pilotos que más veces se iba al suelo en una temporada, también ha llamado siempre la atención su gran capacidad para no lesionarse. Desde su debut en 2013, el catalán sufrió tan solo cinco lesiones hasta 2019, las mismas que ha acumulado este año solo en ocho carreras.
Este periodo coincide también con los años dorados de la dupla Márquez-Honda. De 2013 a 2019, Márquez era el dominador absoluto de la moto del ala dorada, vencedor de seis de los siete títulos posibles y poseedor de récords que aun no se han superado. A partir de 2019- coincidiendo con la salida de Dani Pedrosa y la lesión de Márquez-, lo que hasta entonces era un moto dócil, se convirtió en una moto crítica, con su sello en los denominados highsides, algo impensable para el resto de escuderías gracias a la electrónica. Ahora, cada caída es prácticamente imposible evitar una ‘volada’. Y llegó su perdición, siete lesiones, cuatro operaciones y más del 50% de las carreras perdidas en solo tres años.
2019 y 2020, sin pretemporada
Otro de los exponentes que ha influido en los últimos años del piloto catalán es su poca preparación en pretemporada. En 2018, en la celebración de su penúltimo título, Márquez tuvo una dislocación de hombro que le obligó a pasar por quirófano al acabar el curso y utilizar la pretemporada de recuperación, el periodo de entrenamiento más fuerte para un piloto perdido. Lo mismo que en 2019, pero con la diferencia de que el hombro era el derecho. “Mucha gente dice que los pilotos no tienen porqué ser deportistas, pero yo creo que es necesario. Al final, cuanta más masa muscular, más difícil es tener una lesión mayor“, nos confiesa Comas.
En ambos casos, el catalán fue testigo de la parte más negativa de este deporte. En 2020, cuando parecía que llegaría su mejor momento, después de una pretemporada de recuperación, la peor caída de su carrera deportiva dio inicio a la que, sin duda, fue su peor racha física y deportivamente hablando. El catalán fue operado y trató de volver tan solo una semana más tarde, una jugada que le acabó saliendo muy cara.
La Honda, una moto muy crítica
Aunque, sin duda, si hay una verdadera protagonista en esta historia, esa es la Honda. Desde su último título en 2019, la RC213V se ha convertido en una maquina imposible de pilotar. Solo hay que ver los últimos resultados de la escudería del ala dorada. Campeones como Jorge Lorenzo, Álex Márquez, Pol Espargaró o Joan Mir que, en estas temporadas, han vivido en sus propias carnes las carencias de la Honda. Pilotando una moto cuyas sensaciones se resumen en un tren delantero que está siempre a punto de cerrar, y uno trasero muy inestable, que puede llegar al límite de arrojar al piloto por los aires.
Sin ir más lejos, en esta primera parte de año, tres de sus cuatro pilotos se han perdido tres carreras. En el caso de Joan Mir, ha disputado solo la mitad de las carreras disputadas y ha puntuado únicamente en una. Rins, vencedor de la carrera del Gran Premio de Austin, atraviesa actualmente por un larga recuperación tras romperse la tibia y peroné. Marc Márquez vive en una auténtica encrucijada de la que busca salida. Sin duda, un precedente que no invita a ser positivos de cara a la segunda parte de temporada.
Foto: Motogp.com
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