Maverick Viñales reflexiona sobre el ruido generado por Jorge Martín y su posible salida de Aprilia, comparándolo con su propia y polémica ruptura con Yamaha en 2021.
El paddock de Silverstone arrancó con un ambiente enrarecido antes de que siquiera comenzaran a rugir los motores. La noticia del posible deseo de Jorge Martín de abandonar Aprilia a final de temporada ha sacudido los cimientos del equipo italiano. La marca, por su parte, se apresuró a emitir un comunicado desmintiendo esa posibilidad. Sin embargo, el ruido mediático ya estaba servido.
En ese contexto, Maverick Viñales, ahora piloto de Red Bull KTM Tech3 y excompañero de estructura de Martín, fue uno de los más buscados por los medios. Su pasado con Aprilia y su abrupta salida de Yamaha lo convierten en una voz autorizada en situaciones como esta. “No es de mi incumbencia”, respondió inicialmente, tratando de marcar distancia. Pero la historia personal pesa.
“No es fácil cuando todo esto ocurre al principio del año. La convivencia se puede volver muy complicada. No sé qué está pasando dentro de Aprilia ni lo que opina Jorge, pero desde fuera parece una situación tensa”, añadió el catalán, que vivió algo similar cuando rompió con Yamaha en 2021.
“La convivencia se puede volver muy complicada“
La diferencia, como él mismo apunta, es clara: él no volvió a subirse a la moto de Yamaha tras su ruptura. Martín, en cambio, estaría obligado a continuar con Aprilia en 2025 si la marca impone el cumplimiento del contrato. “Ojalá Yamaha me hubiera hecho lo mismo que Aprilia le está haciendo a Martín: ‘cumple hasta el final, chico’”, deslizó con un punto de ironía. “Con lo vivido después, seguramente haría las cosas de forma distinta. Se aprende mucho con el tiempo”, reconoció.
Viñales fue tajante al recordar lo difícil que es mantener el foco en medio de turbulencias: “Lo más complicado es seguir dando el cien por cien sobre la moto. Pero para eso nos pagan, para pilotar bien, estemos como estemos”.
En cuanto al aspecto humano de estas decisiones, el de Roses lanzó una advertencia que bien podría aplicarse a Martín: “Cuando no hay armonía, un año se puede hacer eterno. Muy largo”. Él lo sabe bien: su ruptura con Yamaha no solo le costó dinero —“mucho”, remarca—, también lo dejó en tierra de nadie hasta que encontró refugio en Aprilia.
Por último, dejó un mensaje de madurez: “Hay que respetar a todas las partes. Este es un deporte que nos da mucho, y hay que ser honestos con quienes te dan la oportunidad”. Mientras la novela entre Martín y Aprilia sigue escribiendo capítulos, las palabras de Viñales actúan como eco de una historia ya vivida. Quizá, también como advertencia.
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