Viñales iguala su segundo mejor resultado del año en Assen, reafirmando su confianza en el proyecto de KTM y el hambre de victorias
Circuito de Assen (Países Bajos)-. Maverick Viñales no necesita subir al podio para enviar un mensaje alto y claro. El quinto puesto logrado este domingo en el Gran Premio de los Países Bajos representa más que una estadística: es una declaración de intenciones. En un circuito exigente y frente a una parrilla cada vez más competitiva, Viñales dejó claro que está más motivado que nunca y con hambre de victorias con KTM.
Viñales cruzó la meta justo por detrás de su compañero de marca Pedro Acosta, cuarto en una jornada que volvió a exhibir el poderío en crecimiento del fabricante austríaco. A pesar de no liderar entre los pilotos de KTM, Maverick igualó su segundo mejor resultado de la temporada —quinto, como en Le Mans— y mostró una vez más su consistencia al manillar de una moto que aún está en plena evolución.
“Ha sido un buen día. Pude pelear, y con esta moto puedo atacar e ir hacia adelante”, comentó satisfecho al terminar la carrera.
Carrera agresiva e inteligente
Desde la décima posición en parrilla, Viñales escaló con inteligencia y agresividad. Uno de los momentos más destacados fue su adelantamiento sobre Franco Morbidelli, una maniobra precisa que lo catapultó al quinto lugar. Hasta la vuelta 17, el español mantenía contacto visual con el grupo de cabeza, pero el rendimiento de sus neumáticos se vino abajo y tuvo que administrar los esfuerzos restantes.
“No quise apretar al máximo en las primeras vueltas para guardar neumáticos, pero al final no me quedó nada dentro”, confesó con honestidad.
Pese a no haber repetido el podio de Austin —donde acabó segundo antes de ser sancionado por presión irregular de neumáticos—, Viñales sigue apostando por el proyecto KTM con la determinación de quien sabe que las piezas están cayendo en su sitio.
“Soy muy positivo, e incluso cuando tienes un sábado complicado le puedes dar la vuelta”, subrayó.
Proyecto ambicioso
Y cuando se le pregunta por sus ambiciones, no duda en responder:
“Tengo mucha hambre de victorias con esta moto, pero necesitamos tiempo. Confío en que llegarán”.
En un campeonato donde las décimas deciden destinos, la paciencia y la visión a largo plazo no siempre abundan. Pero Viñales las tiene. Y con cada carrera, lo demuestra.
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