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Tras perder la primera carrera en el último suspiro, la talaverana dominó la segunda manga con inteligencia, ritmo y carácter para reforzar su liderato en el WCR.

El asfalto de Cremona fue testigo este sábado de un capítulo más en la historia de superación y talento de María Herrera. La piloto talaverana vivió una jornada de contrastes: del golpe moral que supuso perder la Carrera 1 en la línea de meta, a la brillantez táctica y velocidad con la que se llevó la victoria en la Carrera 2 del Women’s Circuit Racing. Fue un día de dominio, sí, pero también de aprendizaje. Porque a veces, para ganar, primero hay que saber perder.

En la primera manga, María fue un martillo pilón. Imbatible en la lucha por la pole, mandó con autoridad durante toda la prueba… hasta que llegó el golpe inesperado. Michela Ponziani, su compañera en el Klint Forward Team, le birló la victoria con un solo adelantamiento, ejecutado de forma quirúrgica justo antes de la bandera a cuadros. Herrera, que había llevado el peso de la carrera, se quedó sin premio, mientras la italiana estrenaba su casillero de victorias en el WCR.

Pero si algo ha demostrado María Herrera a lo largo de su carrera es que sabe levantarse. Y en la Carrera 2, no solo se levantó: se impuso. El inicio calcó el guion de la primera manga, con la española tomando la delantera nada más apagarse el semáforo. Volvió a asumir el mando sin miedo, como si el revés anterior no hubiera dejado cicatriz. Durante el warm up ya había demostrado tener el mejor ritmo del fin de semana, y esta vez no iba a dejar que nadie se lo arrebatara.

Beatriz Neila y Michela Ponziani intentaron aprovechar el rebufo en las primeras vueltas, formando un trío de cabeza que mantuvo el suspense hasta bien entrada la carrera. La talaverana mostraba cierta debilidad en el tercer sector, donde cedía algo de terreno, pero lo cierto es que jugaba al despiste. Nunca estuvo en verdadero peligro. Fue una líder con nervio y cabeza, que midió sus fuerzas hasta el final.

Por detrás, Sara Sánchez puso emoción con su remontada. La piloto del Terra&Vita se deshizo de Mia Lewis y se lanzó a por el podio en una segunda mitad de carrera donde llegó a rodar más rápido que nadie. Pero el hueco ya era demasiado grande, y la batalla por los tres cajones tenía dueñas con nombre y apellidos.

El final fue de infarto. Neila, que parecía tener asegurada la segunda posición, quiso ir a por todas. Aprendió la lección de la jornada anterior e intentó replicar la maniobra ganadora de Ponziani. Pero el riesgo no siempre sale bien. A dos curvas del final, trató de adelantar a Herrera en una acción arriesgada que terminó con ambas tocándose. La madrileña salió perjudicada y perdió tracción al pisar la zona sucia. Ponziani, astuta, aprovechó el error para colarse segunda y certificar un nuevo doblete para el Klint Forward Team, aunque esta vez con las posiciones invertidas.

María Herrera cruzó la meta con una mezcla de satisfacción y alivio. Esta vez sí. Victoria de principio a fin, ritmo demoledor y una dosis de templanza que la consolida como líder del Mundial, ahora con 13 puntos de ventaja sobre Neila. Lo vivido en Cremona no fue solo una lección de pilotaje, sino una demostración de madurez. Herrera no solo corre para ganar: corre para aprender. Y cuando ambas cosas se alinean, no hay quien la detenga.

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