El líder del Mundial llega al circuito andaluz en uno de los momentos más brillantes de su carrera, con la ambición intacta y una misión clara: volver a enganchar al gran público con el espectáculo de MotoGP.
Circuito de Jerez-Ángel Nieto (Jerez de la Frontera) – Jerez siempre tiene un sabor especial. Pero si te llamas Marc Márquez, lo tiene aún más. El trazado andaluz es un templo del motociclismo, y el piloto de Cervera lo pisa este año con paso firme, en uno de los momentos más dulces de su carrera: líder del Mundial, con un semipleno en las cuatro primeras carreras y con la energía renovada en su nueva aventura con Ducati.
Desde su llegada al box rojo, Márquez ha vuelto a convertirse en el gran foco de atención. Y no es para menos. El ocho veces campeón del mundo ha recuperado sensaciones, velocidad y, sobre todo, protagonismo. “Estamos en el castillo de Ducati y es un honor esas palabras”, confesó entre sonrisas, haciendo referencia al apodo que le han dado dentro del equipo: el “rey”, frente al “príncipe” Pecco Bagnaia, su compañero de garaje.
Más allá de las bromas, Márquez habló con claridad y visión de futuro en la rueda de prensa previa al Gran Premio:
“Para mí es fundamental, si MotoGP quiere crecer y crear superhéroes, nombres grandes de motociclismo, hay que llegar a más gente”, aseguró. Y profundizó en la importancia de abrir el campeonato a una audiencia más amplia:
“Hacer una carrera en abierto permite llegar a una audiencia que quizás se ha desconectado en los últimos años, o que no sigue tanto el campeonato. Es la manera de reengancharlos.”
La mentalidad de Marc Márquez
Su discurso deja claro que no solo compite por victorias: también quiere formar parte activa del renacer del campeonato, conectar con los aficionados y llevar MotoGP a nuevos horizontes. En lo técnico, Márquez mantiene su habitual enfoque analítico. A pesar de su dominio, no baja la guardia: “Evidentemente hay que seguir mejorando, seguir intentando trabajar los puntos débiles. Durante la temporada he tenido un punto muy fuerte, como siempre, en las curvas de izquierda. El punto débil han sido las curvas de derecha, y poco a poco hemos intentado mejorarlo. En Jerez se dio un pasito, y aquí intentaremos dar otro.”
Consciente de su momento, pero con los pies en la tierra, Márquez se presenta en Jerez con hambre de más. Ducati le ha dado la herramienta, y él la está llevando al límite. El piloto que una vez dominó el Mundial ahora busca reescribir su leyenda con nuevos colores… y con la mirada puesta en conquistar de nuevo a una afición que lo extrañaba.
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