El catalán espera poder alargar al menos dos años más su carrera deportiva de la mano del Ducati Lenovo.
La segunda vida (deportiva) de Marc Márquez ya ha empezado y promete traer más de una alegría. En pocos meses, el piloto de Cervera vestirá de rojo Ducati Lenovo para dar comienzo a la segunda etapa de su carrera deportiva, con la mejor moto de la parrilla actual y con la certeza de contar con el mejor material para luchar por sus objetivos. Una etapa a la que llega con una mentalidad completamente diferente, pero un mismo objetivo, volver a ser campeón del mundo.
“El enfoque es completamente diferente. La lesión del 2020 me enseñó mucho como persona y también como profesional. Ahora entiendo que ser el número uno no es lo normal. Lo normal es quedar segundo, tercero, cuarto, quinto, sexto… El que gana es ‘el especial’. Seguiremos intentando volver a ser ese alguien especial en el futuro, pero tenemos que esperar nuestro momento“, reconocía el catalán en una entrevista en exclusiva con Speedweek.
Un fichaje que llega en un momento crucial para el octacampeón. Después de renunciar al equipo de su vida, de Cervera decidió embarcarse en una nueva aventura en Gresini que serviría de preámbulo para su destino final: el equipo oficial. La salvación del catalán en el momento más crítico de su carrera deportiva y donde llegó incluso a pensar en la retirada. “Nunca se sabe, pero no deseo que éste sea mi último contrato en MotoGP. Quiero quedarme más tiempo, incluso me apetecería firmar dos años más después“, confesaba.
El cambio generacional
Y una salida que le ha devuelto a las mieles de poder luchar por el que sería su noveno título de campeón del mundo. “Me siento competitivo. Y eso significa estar entre los seis primeros en cada carrera. Ser muy competitivo ya sería estar entre los tres primeros, y para ganar el mundial necesitas todas las herramientas, tenerlo todo en el lugar correcto, que no es mi caso en este momento“, expresaba.
Y añadía: “Hoy en día los jóvenes llegan con un ritmo diferente, sin lesiones y con instinto natural. Cuando sigo a Acosta, Martín o Bagnaia, que son cinco o incluso más de diez años menores que yo, pilotan con naturalidad. A veces no piensan mucho en la moto. A veces esto puede ser positivo. Entiendo que este es el proceso natural en la vida de todo deportista. No sé si este declive ya ha comenzado para mí o si será necesario otro año o tal vez dos o tres. Lo entenderemos en unos cinco años“, concluía.
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