El líder del Mundial se cayó en Silverstone, fue rescatado por la bandera roja y acabó en el podio.
Marc Márquez sumó una caída en los primeros compases del domingo en Silverstone. Y no solo físicamente. También en sensaciones, en estrategia y en gestión emocional. El líder del Mundial de MotoGP fue uno de los grandes beneficiados de la bandera roja en Silverstone, después de estrellarse en una pista traicionera y, aun así, acabar en el podio sin apenas pelear por la victoria.
La carrera larga del Gran Premio de Gran Bretaña apuntaba a duelo entre hermanos. Marc y Álex Márquez partían como los principales favoritos, pero la historia dio un giro inesperado en los primeros compases: ambos terminaron en el suelo, víctimas de unas condiciones extremas con el asfalto frío y un viento racheado imprevisible.
Marc, que buscaba su tercera victoria del año, culpó directamente al viento de su caída: “Me vino una racha muy potente, y cuando solté el freno me empujó fuera”, explicó el #93, claramente frustrado. Su accidente coincidió con el vertido de aceite en pista provocado por la Ducati de Franco Morbidelli, que obligó a los comisarios a sacar la bandera roja antes de completar las tres primeras vueltas.
Una segunda oportunidad
Esa neutralización lo cambió todo. Al no haberse completado el número mínimo de giros, todos los pilotos, incluidos los caídos, pudieron reemprender la carrera desde parrilla con la segunda moto. Una circunstancia que salvó literalmente a los dos Márquez, aunque solo Marc logró sacar tajada al final.
De nuevo en pista, el de Cervera fue mucho más conservador, condicionado por el susto anterior y por la elección de un neumático delantero medio que le impidió correr riesgos. Nunca estuvo en la pelea real por la victoria, pero una lucha final con Morbidelli le permitió escalar al tercer puesto y ampliar su ventaja en la general.
“Hoy no estoy contento porque me han salvado; tanto a mí como a mi hermano. He vuelto a fallar”, sentenció Márquez, muy crítico consigo mismo pese a salir reforzado en puntos. Ahora lidera el campeonato con 24 puntos de ventaja sobre su hermano Álex, que fue quinto, y con 72 sobre Pecco Bagnaia, que también se cayó en Silverstone.
Problema interno que causó la caída de Marc Márquez en Silverstone
Marc reconoció que el verdadero problema fue interno: “Era un día de esos que no apetecía ir en moto. Tengo que buscar esa constancia. Sin exagerar estoy allí, de modo que tengo que controlar esa sensación”, dijo. Durante la segunda parte de la carrera, admitió ir “muy tenso” y reconoció un susto importante a falta de cuatro vueltas: “Casi me caigo sin haber hecho nada especial. Las sensaciones con el tren delantero no fueron nada buenas”, concluyó.
La caída no tuvo consecuencias graves, ni físicas ni en la tabla de puntos, pero dejó claro que el #93 aún tiene trabajo por delante si quiere coronarse sin depender de la fortuna. En Silverstone, más que competir, Marc Márquez sobrevivió. Y lo sabe.
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