Marc Márquez perdió el liderato del Mundial tras una caída prematura en carrera, pero reconectó con buenas sensaciones en el test del lunes.
Marc Márquez llegó al Gran Premio de España con la ambición desatada. Venía de una racha imponente, con podios constantes y una Ducati GP25 que parecía completamente invencible hasta el pasado fin de semana en Jerez. Pero la tercera vuelta del domingo lo cambió todo. Una caída temprana, inesperada y costosa, lo dejó sin opciones de victoria, cruzando la meta en 12ª posición y perdiendo el liderato del Mundial a manos de su hermano, Álex Márquez.
Un error que duele… y del que se aprende
Al día siguiente, en el test oficial de Jerez, Marc se sinceró. Tras liderar ambas sesiones con un sólido 1:35.876, atendió a los medios con la serenidad que solo da la reflexión tras el golpe. “Fríamente, analizando… El domingo hablas con los medios media hora después de cometer el error. Por eso no hice muchas declaraciones. Aún tenía que analizar lo que había pasado, pensarlo fríamente y verlo en la telemetría”, explicó el piloto del equipo oficial Ducati.
El motivo de la caída, ya claro para el #93: exceso de confianza. “Entré demasiado rápido en esa curva. Por la confianza de llevar tan pocas caídas este año, de ir tan rápido… Pensé que la goma lo aguantaría. Tendría que haber soltado un poco, perder una décima, y seguir. Me equivoqué”, resumió.
Soledad, bicicleta… y reseteo
Después del desastre, Marc no se dejó ver demasiado. Pasó la tarde solo, haciendo kilómetros con la bici, digiriendo el revés en silencio. No hubo rabia desatada, ni golpes en la mesa. Solo introspección. “No estaba enfadado. Pero después del inicio de temporada que hemos hecho, estar segundos sabe a poco. He cometido dos errores grandes. Si quiero luchar por el campeonato, los tengo que evitar”, asumió con crudeza. Lo cierto es que, aunque las caídas han sido pocas (solo tres en lo que va de año), dos han llegado en los peores momentos: los domingos. Y eso, en la lucha por un título mundial, se paga muy caro.
Un test balsámico, sin novedades pero con certezas
El lunes, como es habitual tras el GP de España, los pilotos volvieron a la pista para una jornada de pruebas. Y para Marc fue justo lo que necesitaba. “Ayer pasó lo que pasó. Hoy tocaba subirse otra vez a la moto. Y reconfirmamos las buenas sensaciones. No hemos probado nada revolucionario, pero sí conceptos de futuro que nos dan margen para mejorar sin perder la base”.
Aunque lideró el test, Marc no tuvo piezas nuevas. Ni él, ni su hermano Álex. A pesar de que el pequeño de los Márquez lidera el Mundial, Ducati no le entregó ninguna mejora. Una situación que, lejos de crear polémica entre hermanos, Marc prefiere mantener al margen. “No decido yo. Él es él y yo soy yo. Gresini tiene su acuerdo con Ducati, yo trabajo con mi equipo. Pero con lo que tiene, Álex lo está haciendo muy bien. Estoy muy orgulloso de él”.
Sin celebración, pero con respeto
El domingo, tras la caída de Marc, su hermano logró la victoria más importante de su carrera. Una primera vez en MotoGP que, sin embargo, no tuvo una gran celebración compartida entre hermanos. Y Marc lo explicó con naturalidad. “Él tampoco celebró mucho. En el box lo celebraron más. Evidentemente yo no voy a estar ahí, pero luego pasé a saludar al equipo Gresini. Tengo muchos amigos allí, es el equipo de mi hermano. Fui a darles la enhorabuena y a comer un poco de tarta con ellos”, confesó.
Lo que viene: gestión y cabeza fría
Marc Márquez lo tiene claro. La velocidad está. El ritmo también. Pero si quiere el título, tiene que gestionar. Y aprender de los errores como el de Jerez. “Es un campeonato muy largo. Habrá fines de semana malos, caídas, circuitos que se me atraganten. Ahí es donde hay que tener sangre fría y aprender del pasado. El año pasado, tras la caída en Aragón, estuvimos perdidos un mes. Este año no puede pasar lo mismo”. Con solo un punto de desventaja respecto al líder, el campeonato está más vivo que nunca. Pero el margen de error se ha agotado. Marc lo sabe. Y Jerez, aunque dolió, podría ser el empujón necesario para que el #93 vuelva más fuerte que nunca.
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