Luca Marini reaparece en Sachsenring tras su brutal accidente en Suzuka, en el que sufrió múltiples fracturas y un neumotórax. El italiano relata el calvario físico y mental que ha vivido.
Más de un mes después del brutal accidente que sufrió en el circuito de Suzuka, Luca Marini regresa a la competición. Este fin de semana, el piloto italiano reaparecerá en Sachsenring con una idea clara: tomarse las cosas con calma y volver paso a paso.
El 28 de mayo, durante un test para las 8 Horas de Suzuka, Marini sufrió la caída más dura de su carrera. Un fallo en su Honda —redujo de cuarta a tercera y engranó el punto muerto— lo lanzó contra las barreras de un circuito que ya no cumple los estándares mínimos de seguridad del Mundial.
Las consecuencias fueron devastadoras: neumotórax, fractura de esternón, clavícula rota, dislocación de cadera, rotura de ligamentos en la rodilla… “Ha sido el accidente más duro de mi carrera”, confiesa el hermano de Valentino Rossi, quien pasó varios días hospitalizado en Japón antes de regresar a Italia para iniciar una recuperación larga y compleja.
“Estuve una hora y media gritando”
Marini no escatima en detalles al recordar el sufrimiento vivido:
“Cuando recuerdo la caída pienso en el dolor. Estuve una hora y media gritando. Me preguntaba por qué los pilotos queremos volver a correr después de cosas así. Pero es algo natural, casi automático. Desde pequeños nos acostumbramos a caer, a levantarnos. Hay un trabajo psicológico detrás, sí, pero todo lo normalizamos”.
La semana pasada, el piloto de Honda volvió a subirse a una moto en Brno, en un entrenamiento privado. Ahora, tras haberse perdido tres Grandes Premios, retoma el pulso del Mundial en Alemania, sin expectativas de resultados, pero con la esperanza de volver a sentirse piloto.
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