Márquez no podría haber llegado a la cima de MotoGP por séptima vez sin la ayuda de cuatro personas muy importantes para él a las que siempre tiene en mente
Detrás del piloto que lleva el número 93 hay una persona que ha pasado un calvario durante los últimos seis años. Una persona que volvía a la cima de la élite deportiva este mismo domingo haciéndose con su noveno título mundialista, el séptimo en MotoGP. Sin embargo Márquez es consciente de que no habría podido volver a ganar sin cuatro pilares que tiene en su vida. Cuatro personas que le dan una estabilidad fuera de pista que ha podido traducir en estabilidad dentro de ella: su hermano, su madre, su padre y su pareja.
Una conexión única entre hermanos
Carlos Checa, le hacía una pregunta post-carrera a Márquez que el contestaba sin dudar: “¿Qué con quién me quedo de todo lo vivido estos años? Con mi hermano“. Ese amor y respeto es algo que llevan demostrando desde los inicios de ambos en el mundial. La llegada de Alex a la categoría reina solo hizo que afianzar ese cariño que les llevó a compartir equipo durante 2024. La temporada 2025 ha sido un regalo para ambos, una lucha de tú a tú entre hermanos, solo ellos podían ganar el mundial. Se quedaba en casa de los Márquez. En el día en el que su hermano mayor ganaba el mundial, no había subcampeón más feliz que Alex.
Se lo ha ganado. Ha sido mejor que nadie – Alex Márquez
El segundo clasificado en el mundial duda de esa respuesta y asegura que lo que ha sufrido Marc es algo que solo sabe el mismo: “No estoy de acuerdo con lo que ha dicho. Era él el que iba encima de esa moto siempre, el que ha vivido todo esto desde 2020 ha sido él. Los que estábamos en su vida no éramos conscientes de lo que ha pasado. Nos hemos compenetrado muy bien toda la gente que estábamos a su lado, mis padres, los José…de cosas que ni él sabe porque eran momentos difíciles. Se lo ha ganado. Ha sido mejor que nadie”
Nunca dudó del potencial de su hermano, sabía que solo necesitaba armas con lo que poder demostrarlo y confiesa haber sido una gran ayuda en irse al Gresini: “Yo tenía clarísimo que no estaba acabado. Era cuestión de tener las armas para hacerlo. Yo siempre le decía calma. Le motivé un poco para hacer el movimiento a Gresini porque conocía el ambiente, lo que era tener cosas nuevas. Pero es lo que ha dicho él siempre, ejecutar el plan a la perfección“.
Los dedos cruzados de Julià y Roser
Julià Márquez siempre ha estado presente en los logros de sus hijos y siempre con los dedos cruzados, esperando la buena suerte que les acompaña amenudo, pero no siempre: “El siempre nos ha tenido a su lado, para todo sea lo que sea. El lo sabia. Ha habido algún momento malo, otro bueno… Recuerdo una cosa que me dijo en Silverstone el año pasado: Papá, no me queda cuerda. Yo le dije que si a él no le queda cuerda a los otros…“. Y no duda en hablar de la bonita relación entre hermanos: “Hermano, mejor amigo… Siguen viviendo juntos, son uña y carne.”
A mi me pegarás, a uno de ellos no lo tocarás porqué el otro te morderá – aseguraba de sus hijos.
La madre de las dos criaturas no ha ocultado que este año iba con Alex, porque: “Marc ya ha ganado mucho“. Y aunque no estuviera presente en Motegi siempre esta con ellos. Porque desde la distancia ha celebrado el título de hijo mayor, el que siempre le ha hecho tener el corazón en un puño y el que después de tantos años le sigue dando alegrías que lleva con ella a todos los sitios.
Gemma, el apoyo en casa
Marc y su vida privada son cosas que pocas veces deja entrever, pero lo que si se puede percibir es ese amor entre él y Gemma, su pareja romántica desde hace unos años. Ella pudo vivir de primera mano la última etapa de Marc en Honda y el resurgir de éste en Ducati. En muchas ocasiones el piloto ha achacado esta felicidad que irradia a la estabilidad emocional y en gran parte es culpa de Gemma: “Creo que no somos conscientes. Me faltan las palabras para describir lo que ha pasado, luego nos dará el bajón de asimilarlo todo“.
Todo el trabajo ha dado sus frutos, no lo podría haber hecho mejor
Un proceso duro pero: “Para mi ha sido muy bonito, he podido ver todas sus etapas. La última etapa de Honda estaba desesperado, no estaba contento y él no es así. Luego he podido ver la etapa Gresini en la que volvía a disfrutar y este año ha sido la guinda del pastel“. Gemma ha sido el pilar importante en casa, estar ahí en los momentos complicados: “Siempre he sido de dejarle hacer, nunca presionarlo. Cuando quieras hablar hablamos, cuando tú quieras, pero yo estoy aquí para ti“.
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