Jorge Lorenzo compara su rol como mentor de Maverick Viñales con la icónica relación entre Rocky Balboa y Apollo Creed, una mezcla de disciplina, humildad y renacimiento competitivo que ha despertado expectación en MotoGP.
La alianza entre Jorge Lorenzo y Maverick Viñales ha dado un giro sorprendente a las narrativas de MotoGP. Lo que comenzó como un trabajo puntual en Valencia se ha convertido en una suerte de mentoría integral que mezcla técnica, mentalidad y crecimiento personal. Y Lorenzo, siempre directo, ha encontrado un símil perfecto para explicar este vínculo: la relación entre Rocky Balboa y Apollo Creed.
🐅 “La mirada del tigre”: el símil cinematográfico que lo explica todo
El balear no lo esconde: “Siempre comparo esta situación con la película de ‘Rocky’, con Apollo Creed y con Rocky. Porque al final, eso es una película, hay fantasía, pero eso es el deporte, la vida”, cuenta Lorenzo, sin rodeos. Para él, la clave está en la transformación del deportista cuando alcanza éxito, dinero y reconocimiento: “El deportista, cuando consigue cosas importantes, fama, dinero… Le empieza a entrar el miedo, y se empieza a acomodar”.
Ahí sitúa el paralelismo con Apollo Creed, quien buscaba recuperar la famosa “mirada del tigre”, esa motivación cruda que solo aparece cuando se empieza desde abajo. Pero Lorenzo matiza una parte esencial: “En eso sí que no es el caso con Maverick”, dice, afirmando que Viñales no ha perdido ese instinto.
Lo que sí ve similar es la actitud ante los comentarios externos: “Creed y Rocky estaban en el sofá, viendo a Mr. T hablar de más, y decían: ‘Vosotros hablad, que nosotros ya llegaremos’. Hay personas que también dicen que vamos a aguantar cuatro días, y yo digo ‘vosotros hablad, que el bicho va a llegar'”.
🧘 Un trabajo técnico… pero sobre todo mental
Lorenzo también dio detalles sobre cómo están trabajando y cómo ha evolucionado el proceso: “En Valencia pude hacer poco, porque todo era secretismo. Le di consejos en general. Ya en el circuito de Aspar hemos podido trabajar más los detalles técnicos, y mentales, la meditación y todo esto”, explica el tricampeón de MotoGP.
Y no oculta su admiración por la actitud de Viñales: “Creo que Maverick es el mejor alumno que puedo tener, porque tiene esa humildad. Y tiene claro que me tiene que escuchar, y probar las cosas”. Lorenzo añade algo importante para entender su vínculo: “Muy pocos pilotos de MotoGP tienen este momento zen, de humildad, de decir que, si la cosa va bien, no se llevarán todo el protagonismo. Porque los pilotos de MotoGP tenemos un ego muy grande”.
🔧 Viñales: “Si quiero ir a por los grandes nombres, tengo que pulir cada detalle”
Por su parte, Maverick Viñales ha sido más sincero que nunca sobre por qué dio este paso: “El talento y la velocidad me han salvado siempre. Pero si quiero ir a luchar con nombres grandes, tengo que pulir todos los detalles”, reconoce. Para él, encontrar un mentor técnico y mental era crucial: “Durante mi carrera he entendido que un piloto muy técnico que me puede ayudar en eso y en esa mentalidad es Jorge”.
El piloto de Aprilia admite incluso que hace dos años esto habría sido imposible a nivel personal, pero ahora está listo:
“El hambre que tengo por ganar es inconmensurable. Cada día cuenta. Si esto lo hubiera querido hacer hace dos años, no podía dejar sola a mi mujer. Ahora sé que lo puedo hacer y estoy decidido”.
La dupla Lorenzo–Viñales no es solo un experimento. Es un proyecto ambicioso que mezcla experiencia, misticismo competitivo, humildad y trabajo psicológico profundo. Un Rocky y Apollo modernos que, lejos de enfrentarse, buscan crear a un luchador más completo… y más peligroso.
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