Piastri y Norris protagonizan un duelo sorpresa por el mundial que parece estar decidido para el equipo McLaren.
El Mundial de Fórmula 1 de 2025 se ha convertido en un duelo que pocos habrían imaginado hace apenas un par de años: dos compañeros de equipo, Oscar Piastri y Lando Norris. Llegan separados por apenas nueve puntos al parón veraniego. Lo que parecía una temporada destinada a ser otro monólogo de Red Bull se ha transformado en una lucha fratricida en McLaren. El equipo inglés afronta el reto más difícil: gestionar a dos pilotos capaces de ser campeones del mundo.
💪 El dominio de McLaren
La escudería de Woking ha dado con la tecla. El coche de 2025 es, de lejos, el más competitivo de la parrilla, con una ventaja que se mide tanto en velocidad pura como en consistencia en carrera. McLaren suma ya más de 550 puntos en el Mundial de Constructores, casi el doble que Ferrari, los segundos clasificados. Esa superioridad, sin embargo, tiene un precio: al no haber un rival externo que plante cara con regularidad, la pelea se ha centrado hacia dentro, en un pulso que recuerda a otras batallas históricas de compañeros de equipo, como Senna-Prost en los años 80 o Hamilton-Rosberg en 2016.
👊 Tensiones dentro del equipo
La gestión de McLaren no es sencilla. En Hungría, una estrategia que favoreció claramente a Norris desató el malestar de Piastri, que dejó caer en radio su frustración por sentir que no se le estaba dando un trato equitativo. Aunque desde el equipo insisten en que ambos cuentan con las mismas oportunidades, las decisiones en boxes empiezan a tener un peso enorme y cada parada, cada orden de equipo, es analizada con lupa. El recuerdo de 2016 en Mercedes está muy presente: cuando dos compañeros luchan por lo mismo, la armonía se convierte en un recurso inexistente.
🙋♂️ Verstappen, en segundo plano
El otro gran protagonista de la Fórmula 1 en los últimos años, Max Verstappen, se encuentra en un papel inusual: el de tercero en discordia. Con dos victorias en su haber, el neerlandés sigue demostrando su calidad, pero Red Bull ya no tiene el coche dominante de temporadas anteriores. La diferencia de puntos respecto a McLaren es demasiado amplia y, salvo un milagro, parece difícil que Verstappen pueda engancharse a la pelea real por el título. Su presencia, no obstante, sigue siendo un factor que puede alterar carreras clave.
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