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HondaFoto: Jose Carlos Jiménez - Piel de Asfalto

Aleix Espargaró debuta con el ala dorada en Jerez y deja un mensaje que retumba en el paddock: solo el chattering separa a la Honda de pelear con Ducati.

Jerez fue escenario de muchas historias durante el Gran Premio de España, pero una que sobresalió fue la de Aleix Espargaró. El ya retirado piloto de Granollers volvió al Mundial como ‘wild card’ con Honda y, lejos de conformarse con rodar, dejó claro que no ha perdido ni velocidad ni ambición. En su primera experiencia con la RC213V, Espargaró cruzó la meta en 14ª posición, dentro de la zona de puntos, aunque una penalización por no respetar la presión mínima de los neumáticos le arrebató el botín.

Eso no empañó su entusiasmo. Todo lo contrario. Aleix fue contundente: “Para mí, la Honda es la segunda mejor moto de la parrilla. Gira bien, frena bien… el motor necesita mejorar, pero es aceptable. Lo peor es el chattering, que limita una barbaridad. Eso es lo que hay que atacar ahora mismo”. Unas palabras que, viniendo de un piloto que ha probado casi todo, no son menores.

Siguiendo la rueda de Márquez y midiendo a Ducati

Espargaró vivió una carrera completa. Llegó a rodar tras Marc Márquez y no dudó en aprovecharlo para hacer comparaciones. “Cuando Marc me ha pasado he querido apretar una vuelta para ver cómo va la Ducati. A nivel de motor estamos más cerca de lo que parece. Pero entrando en curva es muy complicado. La Ducati gira mucho más y no tienen vibraciones”, explicó.

El análisis de Aleix es el de alguien que todavía siente que puede aportar, y mucho. Durante todo el fin de semana se mostró por delante de Somkiat Chantra y solo el accidente de Joan Mir impidió que Honda sumara más puntos. Aun así, el equipo del ala dorada salió de Jerez en cuarta posición del campeonato de constructores, justo por detrás de Yamaha y KTM, en un pelotón cada vez más apretado tras las Ducati.

Honda, en plena revolución silenciosa

El regreso de Espargaró no fue anecdótico. Forma parte de un plan estratégico de Honda para reconectar con la élite. No rodó en el test post-GP del lunes porque el próximo ‘wild card’ será Takaaki Nakagami, que correrá en Le Mans y necesitaba tiempo de adaptación en Jerez. “Quieren que se suba antes de correr”, confirmó Aleix, dando a entender que el equipo sigue explorando soluciones técnicas —entre ellas, un nuevo motor— con todos los recursos posibles.

La duda ahora es si Honda podrá mantener esta línea ascendente y consolidarse como la segunda moto del campeonato. Por lo pronto, tienen a Aleix como uno de sus activos más valiosos: rápido, experimentado y con voz propia para señalar el camino. Y eso, en un contexto tan competitivo, puede marcar la diferencia.

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