Pecco Bagnaia atraviesa su momento más incómodo desde que es piloto oficial de Ducati: sin confianza, sin respuestas y cada vez más lejos de un Marc Márquez en estado de gracia.
El arranque de temporada no está siendo un camino de rosas para Pecco Bagnaia. Mientras Marc Márquez parece haber encontrado su mejor versión —seis victorias consecutivas al sprint lo avalan—, el campeón vigente lucha por reencontrarse con las sensaciones que un día lo llevaron a lo más alto. En Le Mans, el contraste volvió a quedar al descubierto: el español se llevó el triunfo en la Sprint y el italiano firmó su primer abandono del año. La brecha entre ambos ya es de 31 puntos.
Pecco no oculta su decepción. No busca excusas, pero tampoco encuentra respuestas. “No estoy contento por nada”, confesó con honestidad en DAZN. El problema, asegura, está en la base: el tren delantero, ese punto de apoyo vital para su estilo agresivo de frenada, ha dejado de responderle como antes.
“Desde 2020-21, siempre tuve un gran feeling en la entrada de curva, podía frenar fuerte, confiar en la moto. Pero este año no es así. Y eso me molesta”, reconoció con el ceño fruncido. El italiano ha probado múltiples soluciones, pero ninguna le devuelve esa conexión con su Desmosedici. Incluso cuando encuentra cierta comodidad, el pilotaje se aleja de su estilo natural.
“Estoy rodando de forma distinta. A veces funciona, pero no me permite estar tranquilo”.
Un sábado decepcionante para el italiano
El sábado en Le Mans fue el reflejo de esa incomodidad. Bagnaia rodaba cómodo, con ritmo para pelear en cabeza, pero de repente se fue al suelo. “Lo más difícil de entender es eso: me he caído sin hacer el loco”, explicó con resignación. El error no fue por exceso de ímpetu ni por un riesgo mal calculado. Simplemente, la moto no respondió.
Pese a todo, el tricampeón no se rinde. Es consciente de que tiene ritmo para pelear por la victoria el domingo, incluso saliendo desde la sexta posición.
“Si conseguimos mejorar mis sensaciones, podemos luchar con Marc. Pero hay que entender qué está pasando”, concluyó.
Bagnaia sabe que no hay espacio para la duda en un campeonato tan igualado. Y menos cuando compartes box con un Márquez en plena forma. Pero también tiene claro que las soluciones no llegan forzando, sino entendiendo. El domingo tendrá una nueva oportunidad para intentarlo. Aunque, por ahora, la batalla más dura sigue siendo consigo mismo.
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