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El piloto malagueño atiende en exclusiva a Piel de Asfalto antes del comienzo del Mundial de Supersport 300 en el Circuit de Barcelona Catalunya

Julio García González (Churriana, Málaga, 17 años) afronta se segunda temporada completa en el Mundial de Supersport 300 con cambio de equipo y marca -deja la Kawasaki del Team Flembbo PL Performances por la Kove del Kove Racing Team. Arranca con el optimismo por bandera tras un 2023 en el que le tocó sufrir. Pese a ello, el malagueño, que atiende en exclusiva a Piel de Asfalto para charlar sobre su carrera y sus expectativas para la nueva temporada, pudo saborear las mieles del triunfo tanto en el Campeonato de España de Superbike (ESBK) como en el France Superbike (FSBK).

Pese a su juventud, García González cuenta con una dilatada trayectoria y un palmarés adornado por la consecución de los campeonatos de minivelocidad en Minimotos 6.2 (2015) y Open 10 (2016), los subcampeonatos de España en SBK Junior y la Kawasaki Ninja Spirit Trophy (2022) y la tercera plaza en el Campeonato Iberoamericano de Velocidad (2022). Asimismo, el piloto de Churriana logró, en su debut en el Mundial de Supersport 300 en la ronda de Catalunya 2022, ser el segundo piloto más joven de la historia en subir al podio de la categoría ligera del WorldSBK.

Sus comienzos

Todo comenzó a los siete años con minimotos gracias al impulso de su abuelo, gran apasionado del motociclismo, que le insufló la devoción por la velocidad. “Empecé con 7 años con una moto china, a partir de ahí me empezó a gustar. Hice algunos campeonatos de Andalucía, los gané y vi que era el deporte que me gustaba. Todo viene por mi abuelo, que fue el que me metió en el mundillo. Tenía una moto de calle y me inculcó la pasión las motos”, relata el piloto malagueño, cuyo modelo a seguir es Dani Pedrosa y cuya filosofía en las carreras es ir paso a paso y etapa a etapa, sin caer en la precipitación.

En el motociclismo no es oro todo lo que reluce, ya que la falta de sustento económico hace que muchos jóvenes talentos tengan que recurrir a buscar patrocinadores para no quedarse por el camino a las primeras de cambio, como le ha ocurrido recientemente a Álvaro Díaz, Álex Millán, Marcos Ruda o José Luis Pérez González. No fue el caso de Julio García, que pudo sortear las dificultades e ir escalando paso a paso.

Siempre está el tema económico, que es el mayor problema en este mundo. He tenido la suerte de encontrar siempre algún patrocinador, pero a la gente le cuesta apoyar cuando eres joven. Pienso que en esas edades es cuando hay que apostar por ellos porque si no hay muchos que se pierden y es muy difícil pagar lo que piden y cada vez piden mucho más”, detalla el corredor andaluz, que opina que esta cuestión tiene difícil solución a corto plazo.

“Es complicado cortarlo porque el mundo de las motos es un negocio y la gente siempre quiere más y más dinero. Vienen muchos pilotos con dinero y quitan a los que tienen talento. El dinero puede con todo, cuando uno viene con mucho dinero no importa la trayectoria, importa el que más dinero aporte”, reflexiona el piloto churrianero, que destaca el Circuito de Jerez – Ángel Nieto como su favorito y reconoce que le gustaría correr en trazados asiáticos, como Motegi o Suzuka.

Julio García junto a su hermano Andrés en el wild card en Catalunya 2022. Foto: WorldSBK

Primeras veces

Tras quemar las etapas en minimotos, en el año 2017, García dio el salto al ESBK en la categoría Moto4. En 2019 su carrera comenzó a despegar a nivel internacional, haciéndose hueco en la parrilla de la European Talent Cup (ETC). Cumplida la etapa en la ETC, volvió al nacional español en SBK Junior y realizó, tanto en 2021 como en 2022, las pruebas de selección de la Red Bull Rookies Cup, la puerta de entrada al Mundial para muchos de los talentos que hoy inundan las diferentes parrillas mundialistas. Pese a ser de los más veloces, no fue uno de los escogidos.

La primera vez que fui a las pruebas de selección fui el segundo español más rápido y no me cogieron. Pienso que demostré de lo que era capaz y que estaba al nivel que pedían. Ahora prima más seleccionar a pilotos que están en el JuniorGP con la Moto3 o en la Talent”, manifiesta el español, que admite que su carrera hubiese tomado otros derroteros si hubiese sido admitido.

Si me hubiesen cogido hubiese optado por el camino de Moto3, porque una vez entras en la Red Bull tienes que tomar ese camino para llegar al Mundial”, expresa García González, que apuesta por Toprak Razgatlioglu, Álvaro Bautista y Nicolò Bulega como favoritos al título de Superbike 2024, y por Yari Montella y su excompañero Kevin Sabatucci en Supersport y Supersport 300.

Salto a la élite

Tras esos duros momentos, decidió seguir la senda de las derivadas de serie debutando en el Mundial de Supersport 300 como wild card en 2022, donde logró acabar 3º en su primera carrera mundialista, convirtiéndose en el segundo piloto más joven de la historia en subir al podio en la categoría.

Fue algo inolvidable, no me lo creía, ni me acuerdo porque con la adrenalina se te olvida todo. Fue algo super bueno, que el año pasado no pude demostrar pero que espero repetir este año con mi nuevo equipo”, afirma García González sobre el que hasta hoy es el mejor momento de su carrera deportiva.

De cara a 2024, el joven malagueño es conocedor de la situación de Kove pero espera ser capaz de demostrar todo su potencial con la montura china, de la que destaca su gran agilidad y frenada. “Hay que ser realistas, Kove está evolucionando sus monturas y no tiene la experiencia de las demás marcas en el campeonato. Mi mentalidad es siempre la de ganar, pero iremos poco a poco, creo que se puede conseguir siempre con la mentalidad correcta yendo carrera a carrera y observando a los rivales”, concede García González, que se fija como uno de sus principales objetivos batir a su compañero Marc García, campeón del mundo en 2017.

Julio García en el podio de la primera carrera en Catalunya. Foto: WorldSBK

El futuro

Con vistas al futuro, el andaluz cree que la categoría debería sufrir alguna modificación, ya que el salto entre 300 y Supersport es abismal y sólo seis de los 32 corredores de la categoría intermedia han pasado por la clase ligera (Tom Edwards, Adrián Huertas, Tom Booth-Amos, Yeray Ruiz, Bahattin Sofuoglu y Glenn van Straalen). “Estas carreras me gustan por el espectáculo, pero son muy complicadas de llevar porque se tienen que dar muchos factores para ganar, porque de una curva a otra te pasan cinco.”

“Es lo complicado de esta categoría, no puedes comentar como sería una carrera porque vas a la carrera y es totalmente lo contrario. Y luego está el tema económico, porque para correr en Supersport piden entre 300 y 500 mil euros por un año. Yo lo que haría es conceder una rebaja o excepción al top 3 o top 5 para que los jóvenes puedan subir de categoría”, sostiene Julio García, que destaca a su hermano Andrés, Campeón de España de Moto4 en 2023, como uno de los pilotos a tener en cuenta en los próximos años.

En cuanto a la preparación fuera de las carreras, el piloto de Kove trabaja con moto en el Templo del Motor en Campillos y sigue un plan específico tanto de entrenamientos como de alimentación. “Hago doble sesión cada día. Entreno mucho bicicleta y gimnasio con mi preparador y para mí también es muy importante llevar una buena alimentación para llegar a las carreras en plena forma”, asegura el malagueño, que admite no haber necesitado un coach o psicólogo deportivo, figura muy demandada por equipos y pilotos desde hace unos años.

Julio García, que cumplirá 18 años el próximo mes de julio, es uno de tantos pilotos que tuvo que dejar aparcados sus estudios para centrarse en la competición debido a la falta de tiempo para compaginar ambas actividades. “No tienes el mismo tiempo que las demás personas, porque de un día al otro te pueden llamar para hacer test y es muy complicado compaginarlo con un campeonato del mundo a alto nivel. Yo siempre he dicho que tiempo para estudiar siempre hay, los años buenos de carrera deportiva pasan rápido, por lo que tienes que aprovechar las oportunidades que te dan”, remacha el malagueño, cuyo objetivo una vez finalice su etapa en Supersport 300 es dar salto a Supersport o al Europeo de Moto2 en el JuniorGP.

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