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Una caída brutal, una clavícula rota en siete pedazos y una decisión heroica: el GP de los Países Bajos de 2013 elevó a Jorge Lorenzo al olimpo del motociclismo.

Jorge Lorenzo no solo será recordado por sus cinco títulos mundiales o su inigualable estilo de pilotaje. Hay días que forjan leyendas, momentos que trascienden las estadísticas. Y en MotoGP, uno de esos instantes tiene nombre y fecha: Assen, junio de 2013.

El balear llegaba al GP de los Países Bajos como líder del campeonato y con todo a su favor. Pero la lluvia cambió el guion. En los segundos entrenamientos libres, Lorenzo pisó una línea blanca, perdió el control de su Yamaha y se fue al suelo. El resultado: una fractura de clavícula en siete fragmentos.

💥 “Me dolía incluso con morfina”

La caída fue espeluznante. En el podcast Mig Babol de Andrea Migno, Lorenzo relató el horror que vivió tras el accidente. “Me quedé con la clavícula rota en siete pedazos. Incluso con morfina dolía muchísimo. El Dr. Mir me dijo que tenía que esperar tres días para operarme, hasta el lunes, pero yo no podía aguantar ese dolor”, recordó.

Ante la espera propuesta por el cuerpo médico, Jorge tomó la iniciativa y voló en un jet privado a otro hospital para operarse de inmediato, esa misma madrugada. A las seis de la mañana ya estaba despierto, con menos dolor… y una idea en la cabeza: volver a Assen para correr.

✈️ Una decisión que parecía una locura

“Antes de operarme pensaba en Sachsenring, la siguiente carrera. Pero después de despertarme pensé: ‘¿y si vuelvo ya?’”. Lo planteó a su equipo… y a su madre. “Me dijeron que estaba loco, que era una locura”, confesó Lorenzo. Pero nada frenó su determinación. En menos de 48 horas desde la caída, ya estaba de nuevo en el paddock.

🏁 Un quinto puesto con sabor a victoria

Lo que ocurrió el sábado sigue emocionando a cualquier aficionado. Jorge Lorenzo terminó quinto, tan solo por detrás de Dani Pedrosa, su gran rival por el título. En condiciones normales, una quinta posición sería discreta. Pero con una placa en la clavícula recién operada, fue una gesta que conmocionó al paddock. Al llegar al box, fue recibido como un héroe.

“Todavía no entiendo cómo lo logré”, confesaba el mallorquín. Fue uno de los mayores actos de coraje y determinación que ha visto la historia reciente del motociclismo.

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