El campeón del mundo de 2020 repasa su trayectoria desde Suzuki hasta Honda, afrontando el reto de recuperar el nivel competitivo en MotoGP.
Joan Mir afronta el Mundial de MotoGP 2025 con una mezcla de experiencia y determinación que pocos pilotos poseen. Su llegada a Honda coincidió con uno de los momentos más complejos en la historia reciente de las marcas japonesas, enfrentándose a una crisis deportiva y técnica que ha puesto a prueba tanto su paciencia como su talento. Desde entonces, las caídas, lesiones y ese afán por ser competitivo le llevó a vivir uno de sus momentos más complicados psicológicamente.
Campeón del mundo con Suzuki en 2020, Mir nunca ha dejado de luchar por recuperar el nivel más alto en la categoría reina. Su apuesta por Honda fue una decisión valiente, consciente de que asumir el desafío de devolver a una leyenda del motociclismo a la élite no sería sencillo ni rápido. En esta entrevista exclusiva para Piel de Asfalto, el piloto mallorquín analiza el presente y futuro de su carrera y del equipo Honda, dejando claro que, a pesar de las dificultades, su objetivo sigue siendo inquebrantable: volver a lo más alto.
Piel de Asfalto. Fin de semana nuevo. Imagino que las expectativas son las de siempre. Pero, ¿cómo se enfrenta un piloto que lo ha ganado todo en la vida a un fin de semana con expectativas bajas?
Joan Mir. A ver, este fin de semana, quitando Montmeló, que fue un chasco enorme por el poco rendimiento que tuvimos —no solo yo, sino Honda en general—, veníamos de carreras bastante buenas, con oportunidades. Aquí intentaré retomar ese ritmo que hemos mostrado desde la primera carrera. No te digo que luchemos por el podio, pero sí por estar delante desde el primer momento. No quiero traerme las malas sensaciones de Montmeló, no lo quiero.
PdA. ¿Y cómo se gestiona?
JM. Pues no es fácil, pero desde que estoy aquí en 2023, he pasado por tantas que no llego con menos expectativas que entonces. En 2023 sí que eran muy bajas. Ahora tengo más. Está claro que hay seis Ducatis por delante y sueño con poder luchar como hicimos en Aragón, pero con más de una. Ese es el objetivo.
PdA. ¿Dices que 2023 fue quizá tu peor año?
JM. El 2023 fue mi primer año y, te diría, mentalmente el más difícil. Fue una ducha de agua fría de realidad. Gané con Suzuki en 2020, y luego todo fue distinto.
PdA. ¿Crees que, si Suzuki no hubiese cerrado, tu carrera habría sido diferente?
JM. No. Solo habría cambiado la segunda parte de la temporada 2022 con Suzuki. Estoy convencido de que habría sido mejor.
En 2020 gano, en 2021 no evolucionamos la moto y acabo tercero. En 2022 la mejoramos un poco y antes de Jerez iba cuarto o tercero del Mundial, no recuerdo bien. Después de Jerez todo empezó a ir mal. Pero la decisión de irme a Honda ya estaba tomada antes de irse Suzuki. Mi carrera, bueno, está muy bien igualmente.
PdA. En muchos trabajos, trabajar más te da resultados. En vuestro caso depende de la moto. ¿Cómo gestionas eso? Debe de ser muy frustrante.
JM. Mucho. Porque estamos en un deporte donde no todo depende del piloto. Puedes encontrarte bien, estar motivado y controlar muchas cosas, pero si la moto no acompaña, no sirve de nada.
Intento controlar al 100% lo que está en mis manos. Lo que no, lo gestiono de la mejor manera: siendo profesional, mejorando y dando los mejores comentarios para que un día esta situación cambie.
PdA. Hablé con Álex Rins, tu excompañero. Me decía que remontar Yamaha sería un logro importante. ¿Para ti lo sería también, aunque no sea como un título?
JM. Totalmente. Sigo aquí solo por esa razón: darle la vuelta a esta situación y devolver a Honda donde merece estar. He apostado fuerte por esto. Me está costando años buenos, seguramente, pero si lo consigo, valdrá la pena.
PdA. ¿Tienes la sensación de estar perdiendo años valiosos de tu carrera? Has dicho que no te retirarás como Valentino, por ejemplo.
JM. Sí, tengo esa sensación. No sé si son los mejores años, pero sí muy valiosos. El otro día escuché a Alonso decir que no iba a durar mucho en la F1, y ahí sigue. Así que nunca se sabe. Pero este nivel de estrés, de todo, llevarlo durante muchos años es complicado. En 2023 o 2024 hubo momentos donde decía: “No puedo más”. Y mira, aquí sigo, empujando más que nunca. Eso me da fuerza. Si he pasado todo lo anterior, esto no me va a parar.
PdA. El mercado está movido y uno de los asientos más codiciados es el de tu compañero. Hace un año nadie lo quería. ¿Te sorprende?
JM. No me sorprende. Honda es la mejor fábrica del mundo, solo que está en un momento complicado. Pero es cuestión de tiempo que se giren las cosas. Egoístamente, busco un compañero rápido, como Luca, que dé información parecida para evolucionar juntos la moto. Luca lo hace. Más allá de eso, poco más que decir.
PdA. Aunque tú quieres ser el primero, claro.
JM. Bueno, no está mal. Luca acaba siempre las carreras y yo ahora llevo dos seguidas, pero él está por delante en el campeonato. Aun así, tenemos caracteres diferentes y eso nos complementa bien.
PdA. El año pasado hablaste de las caídas. Mucha gente decía: “Otra vez se ha caído Joan”, pero explicaste que era por intentar más de la cuenta.
JM. Totalmente. Siempre han sido por exceso de ganas. Por ejemplo, en Austin, estoy luchando por estar entre los cinco o seis primeros, me acerco, pruebo un poco más… y al suelo. Me ha pasado cinco o seis veces este año igual. Y me seguirá pasando. Pero creo que ahora tengo un enfoque mejor. En Aragón, por ejemplo, no tocaba ir a por Fermín y Morbidelli. Tocaba acabar. En Montmeló igual, no se podía hacer más. Ese es el cambio que estoy haciendo.
PdA. Leyendo sobre ti, vi algo que llamó mucho la atención: en 2019 estuviste en la UCI. ¿Es cierto?
JM. Sí. No estuve en coma, pero sí dos semanas en la UCI. Hubo un fallo en el test de frenos y la moto se quedó acelerada en la recta. Entré en la curva y la moto no se paró. Tuve neumotórax y otras lesiones graves, pero no me rompí nada. Me perdí tres carreras y cuando volví estaba físicamente fatal. Pero en 2020 dimos la vuelta a todo. Fue muy serio, aunque no todo el mundo lo sabe. No necesito reconocimiento, pero fue duro.
PdA. Para terminar: ¿cuántos pasos le quedan a Honda para volver a donde le corresponde?
JM. No nos queda mucho, pero es complicado dar tiempos. Ha habido cambios. La moto va mejor, trabajamos mejor, las cosas nuevas llegan más rápido y parecen funcionar. Antes nos faltaban tres pasos. Ahora solo uno. Tenemos algunos problemas por resolver, y cuando los solucionemos, podremos luchar.
Si quieres estar informado siempre de todas las novedades, subscríbete a nuestra web y síguenos en nuestras Redes Sociales (@pieldeasfalto) o a través de nuestro canal de Telegram!
Suscríbete a nuestra Newsletter para recibir todas las novedades.